Los especialistas en actividades en la naturaleza, recomiendan a las familias realizar algún deporte con sus hijos que no sean motorizados y que busquen el acercamiento a la naturaleza de forma directa. En este sentido los estudios del Ministerio de Medio Ambiente sobre actividades no motorizadas en el medio natural apuestan por el senderismo, la bicicleta y las rutas a caballo como experiencias sostenibles que pueden estar al alcance de las familias.
La experiencia de montar a caballo, tiene una larga tradición en países europeos como Francia, Alemania y Holanda, donde las familias inician desde muy pequeños a los niños a tomar contacto con los caballos, ponis y el mundo de la equitación. Curiosamente España tiene una de las mayores cabañas equinas del mundo, pero se había perdido la tradición de pasear a caballo, dedicando sobre todo la actividad a la doma y la competición.
Estuve hace poco en un Centro de Turismo Ecuestre en el interior de la provincia de Valencia, y cuando llegué estaba lleno de familias y niñas (digo bien niñas ya que el 95% eran chicas), que se iniciaban al mundo del caballo. Lo primero que hacen en este Centro ecuestre es una toma de contacto con el caballo, donde las cuadras es el lugar de trabajo y contacto con el animal, limpiándolo, cepillando al caballo y preparando todo el material necesario para la monta. Aquí la experiencia y el buen hacer de los monitores con los niños, hace que pierdan el miedo inicial para poco a poco ganar confianza con el caballo, que pasará a convertirse con el paso del tiempo a un animal tan querido como puede ser un perro o un gato.Para habituarse al animal organizan campamentos de verano donde además de tomar confianza con el caballo y entrenarse disfrutan con otros niños de actividades lúdicas y de idiomas. En Viajarenfamilia.net valoramos este tipo de actividades vacacionales donde los niños tienen la posibilidad de conocer mejor al caballo y pueden acabar siendo unos magníficos jinetes o amazonas sin forzar a los niños.
Me llamó la atención que además de llevar un programa de iniciación a los niños y familias para conocer el caballo y realizar sencillas excursiones por el valle…tanto en caballo como en carro para los más pequeños, que trabajaran con niños con problemas graves. En esta ocasión pude comprobar en una cuadra en los Alpes Franceses como en un pequeño lago trataban a los niños con problemas de discapacidad y autismo, a través de la equino terapia.
La profesora que llevaba a un grupo de niños de 5 a 8 años me comentó que es un método que hace posible el fortalecimiento de los músculos restaurando la movilidad perdida, mejora el equilibrio y la coordinación, ayuda a resolver problemas emocionales en las personas y se realiza en un lugar abierto, natural; donde se pueden percibir un abanico de sensaciones sonoras, táctiles y visual.
Me sorprendió cuando me dijo que esta terapia les ayuda en el manejo adecuado de impulsos agresivos, aumenta su autoconfianza, autoestima, la capacidad de adaptación, cooperación y el sentido de responsabilidad; fortalece la atención y concentración mental, así como la capacidad de comunicación.
Con todo esto me quedo con un mensaje: el caballo no solo puede ser una forma de disfrutar de la naturaleza, sino una herramienta muy útil para madurar como persona y encontrar en los paseos al trote o al galope experiencias únicas que podemos disfrutar con nuestros hijos un fin de semana o unas vacaciones! Móntate en un caballo y disfruta del trote!!