La palabra estrés nos recuerda las preocupaciones del día a día y los problemas que nos afectan a la mayoría de adultos, sin embargo no somos los únicos; aunque ver un niño estresado nos resulta poco frecuente, el estrés infantil existe y afecta a muchos pequeños debido a diferes circunstancias.
¿Qué lo causa?
Las experiencias desagradables vividas desde la ninez serían algo más que ‘días malos’ para algunos peques. En clases, ser ridiculizado por sus compañeros, ofendido o tener las peores calificaciones, serían algunas causas de la ansiedad a tan temprana edad.
El estrés en los niños totalmente con las relaciones familiares. Las peleas entre sus padres o hermanos, una mudanza inesperada y el nacimiento de un segundo bebé rompen con su habitual manera de ver el mundo, uno creado por ellos mismo para sentirse más protegidos.
Reconoce los síntomas del estrés en tu hijo. Si constamentemente se queja de dolor de cabeza, molestias estomacales o lo observas inapetente e irritable, es posible que algo lo esté agobiando. Apóyalo en lo que necesite y muéstrate abierta a escucharlo, aveces necesitamos hacerles muchas preguntas para que noten la raíz de su malestar, a su corta edad, los niños aún no tienen la madurez emocional que los ayude a ver la salida a sus problemas. Mucha suerte.