El post de la semana, lo va a redactar mi querida hija Vera. Buuuueeeno realmente lo redacto yo en tercera persona.
Muchas de vosotras sabéis lo que es el libro viajero pero para las que no, os explico. Es un cuaderno en blanco que nos entrega la profe y viaja de casa a casa de sus alumnos. Los padres y los niños nos encargamos de rellenarlo con fotos y redacciones sobre nosotros mismos. Y cuando por fin lo hemos completado vuelve a viajar, de casa a casa y así las familias del cole nos conocemos mejor. Este año el libro viajero iba sobre los nombres de nuestros peques y teníamos que explicar por qué les habíamos llamado así.
Ésta es nuestra explicación:
Hola mi nombre es Vera. ¿Y cómo llegué a llamarme Vera?… Pues es una historia muy curiosa. Como ya sabéis, tengo un hermano mayor. Y cuando mi mami estaba embarazada de él, mi papi lo tenía muy claro. Tenía que llamarse Joaquín como mi Bisabuelo. A pesar de que a mi mami no le gustaba mucho, estaba contenta porque sabía que cuando llegase yo, el nombre me lo iba a poner ella y nadie podría decir nada. Así que incluso antes de que yo existiera ella ya estaba pensando en el nombre que me iba a poner. Buscaba en internet, leía libros, investigaba e investigaba porque tenía claro, que tenía que ser un nombre muy especial. Por fin se quedó embarazada. Y entonces, ya tenía que ir concretando. Lo que pasa que tanto buscaba que ya no sabía ni los nombres que le gustaban, ni los que no. ¡Estaba hecha un lío! Y ni siquiera sabía si yo sería niño o niña.
Así que fue a la doctora de los embarazos y le dijo: “Señora, va a tener Usted una niña”
Mi mami no se lo podía creer, era lo que más deseaba en el mundo. Como muchas mamas, soñaba con tener una princesa a la que poner vestidos, peinar, pintar las uñas… todas esas cosas que tanto nos gustan a las chicas. Era tanta la alegría que sentía que de repente, lo vio claro. Mi nombre no podía ser otro que “Alegría”. Cuanto más lo pensaba, más le gustaba pero tenía que regresar a su trabajo. Y al llegar… las primeras desilusiones. Sus compañeros no la
apoyaban. Llegó a casa y llamó a su familia, esperando que a ellos les gustase, pero tampoco les gustaba. Así que envió e-mails a todos sus amigos, pero a ellos… tampoco les gustó.
Mi mami estaba muy triste, ella quería llamarme Alegría igualmente pero … cuando volvió a la doctora de los embarazos, le preguntó: ¿Cómo vas a llamar a la niña? Y mi mami le dijo: “Alegría”. La doctora la miró y le dijo: “Mujer, no la llames Alegría, porque si resulta ser una niña muy seria no tendrá mucho sentido” Y entonces mi mami se convenció de que quizás no sería el mejor nombre.
Finalmente cogió a mi hermano, que entonces tenía poco más de un añito y le escribió varios nombres en unos papeles. Entre otros, Vera, Alegría, Celia,… y cruzó los dedos deseando que el azar hiciera que Joaquín cogiera el papel que ponía “Alegría”. Como ya sabéis no fue así, Joaquín cogió el papel que ponía Vera. Así que ese es mi nombre y significa “Verdadera, justa, sincera…” Es un nombre precioso y ojalá, dentro de unos cuantos miles de años, me convierta
en una mujercita con todas esas cualidades que simbolizan mi nombre.
Dedicado a mi pequeña alegría Vera, que ha cumplido cuatro añitos.
Mil besos a tod@s
Angélica Alvarez (Mama de Fresa)