Hay algo que todas las madres primerizas tenemos que sufrir, que vengan otros padres a desconcertarnos mientras nos hablan de los increíbles progresos que realizaron sus hijos en comparación con el nuestro. Si por ejemplo a los 13 meses todavía no camina, comienzan a contarnos cómo el suyo lo hizo a los 10, a los 8, o casi, y exagerando, en el paritorio. Al principio nos afecta pero pronto nos damos cuenta de que en la mayoría de los casos estos padres simplemente tienen idealizado a su pequeño.
Pero algunas veces sí nos encontramos con estos bebés prodigios. Una madre se ha convertido en noticia al contar cómo su hija es capaz de tomarse ella sola el biberón desde que tenía solo 3 días.
Mamá, ya como sola
El pasado 3 agosto vino al mundo la pequeña Amara Chiedozie en el Hospital de la Reina, en Romford, Londres. Lo hizo en un parto natural y con algo menos de 3 kilos de peso. Hasta aquí todo normal. La precocidad llegó cuando su joven madre, de solo 20 años, Onyi Chiedozie, que en un principio tenía algunos problemas para establecer con éxito la lactancia materna, decidió darle un biberón.
Y con solo 3 días de vida la pequeña decidió coger el biberón ella sola y alimentarse de forma independiente. Este hecho asombró no solo a su madre, sino también a su enfermera de apoyo y a todo el personal médico, ya que lo normal es que un bebé pueda sostener por sí mismo el biberón alrededor de los 6 meses. Tan fascinada está que comenta cómo lo ha ido documentando desde el principio. Además, Amara es capaz de empujar suavemente el biberón cuando ya se encuentra satisfecha.
Ahora que la pequeña ya tiene 3 semanas de vida su madre ya puede darle de mamar, tras solucionar los problemas iniciales, y dice disfrutar viendo cómo su pequeña se sostiene a ella durante ese momento, en lugar de al biberón, al que recurre ya solo de vez en cuando.
Eso sí, recordad que a un bebé no se le puede dejar nunca comiendo solo, hasta con el biberón podría ahogarse si no es capaz de retirarlo por sí mimo en caso de atragantamiento. Y además da gusto verles comer.