Probablemente casi todos los que hoy somos padres recordamos aquellos viajes en coche, tan largos pero tan emocionantes, que emprendíamos cada verano para llegar a nuestro lugar de vacaciones. Y cuando volvemos la vista atrás podemos vernos sueltos, en el asiento trasero, con el resto de nuestros hermanos, con los abuelos y tan apretados como grande era la familia. Y aunque el recuerdo es muy divertido, si reflexionamos también era bastante arriesgada esa forma de viajar. Hoy afortunadamente la mayoría de los niños lo hacen en una sillita adaptada a su edad. Pero parece que no es suficiente.
Plus Test Sueco
En Suecia se han realizado pruebas de seguridad en las diferentes sillas para bebés y niños que se comercializan en el continente europeo, con el fin de medir el impacto que sufre el cuello del niño en un accidente de tráfico, un estudio llamado Plus Test Sueco, siendo el único que se realiza sobre este asunto y cuyas conclusiones son francamente preocupantes. Ya que indica que el 95% de estos sistemas no superaron dichas pruebas. Como sabemos la zona del cuello es la más delicada en caso de accidente y se nos dice que un buen uso de estos medios de retención haría que esa zona saliera ilesa.
Recomendaciones
Lo principal es que los niños siempre hagan uso de estos dispositivos cuando viajen en el coche. Pero también es importante asegurarnos de escoger un modelo compatible con nuestro vehículo, ya que no todos lo son. Después hay que utilizarlo de manera correcta, siguiendo sus instrucciones. Tened en cuenta que el mejor lugar para la silla de seguridad es el asiento central de la parte de atrás. Se debería colocar al niño en el sentido contrario a la marcha hasta los 4 años, desactivando, si lo hubiera, el airbag en esa posición. Seguir las indicaciones del mecanismo en cuanto a peso y altura, teniendo presente que si la cabeza del menor sobresale, ya no es apto. Colocad al pequeño sin prendas con volumen, para poder anclar bien los arneses. Y por supuesto adquirir siempre sillitas homologadas.
Hagamos caso, ya que no olvidemos que quién va en el asiento de atrás es la persona más importante del mundo, nuestro hijo.