La salud de tus hijos es lo más importante y, además de tomar precauciones como acudir al pediatra cuando lo dicta el calendario en estas edades, para que tengan una vida saludable es necesario que realicen algún ejercicio desde una edad temprana, y así desarrollar una disciplina desde pequeños para que no les cueste practicarlo.
Los deportes son la manera más sencilla de comenzar a promover en ellos el hábito de hacer ejercicio físico. Pero también mediante este tipo de actividades es posible que aprendan mucho más que sólo actividades físicas. Un deporte también es una actividad que involucra la ética y la moral, fundamentales en la formación de los niños.
Por ejemplo, en el fútbol hay un sistema complejo de reglas que se deben seguir. Se promueve la competencia, pero se reprimen las agresiones personales, ya que se trata de conocer al más capaz en esa actividad, y no necesariamente esa persona es la más fuerte. Por otra parte, se promueve el trabajo en equipo: todas las posiciones son importantes y es necesario trabajar con los compañeros para alcanzar el éxito colectivo. Por eso es fundamental conocer al detalle cada una de las reglas del fútbol.
Otros deportes, como las artes marciales, son muy estrictos en sus códigos de reglas. Ese tipo de deporte enseña el valor de la disciplina, del respeto por los otros y del uso correcto de la fuerza. Ayudan como vehículos para liberar grandes cargas de estrés, por lo que permiten que tus hijos estén mucho menos ansiosos, pero al mismo tiempo sean más responsables.
Lo más importante es que tus hijos crezcan sanos y se desarrollen con plenitud, por lo que inculcar en ellos desde pequeños la importancia del ejercicio es una de las mejores maneras de promover que crezcan. Además, al realizar algún deporte, aprenderán mucho más sobre la vida y la convivencia, y ese tipo de lecciones permanecen más allá del juego. Se pueden convertir en verdaderos parámetros en sus vidas, una guía que lleven para siempre interiorizada.