En la sociedad de hoy en día, cada vez es más difícil lidiar con todo el ajetreo al que nos someten los asuntos relacionados con el trabajo, nuestra pareja, nuestros hijos y, cómo no, las actividades que realizamos a modo de hobby en nuestro tiempo libre y que también pueden llegar a estresarnos.
Por ejemplo, ser madre de familia a veces es toda una odisea: cada uno de los miembros de la pareja se ocupa de unas tareas, muchas veces intercambiables, y cuando una de ellas es preparar la comida para nuestros pequeños, planificar comidas atractivas para ellos cada día a la vez que cubrimos sus necesidades de nutrición puede llegar a ser un auténtico rompecabezas.
¿Cuántas veces te has visto saturada sin saber qué nuevo plato preparar para que no se aburran, buscando ingredientes que les gusten y que los alimenten como es debido?
Pues bien, si tienes siempre a mano unas exquisitas pechugas de pavo en tu nevera te quitarás este problema de encima. El pavo es un alimento con un sabor muy apetitoso para los niños que, al igual que el pollo, puede dárseles de comer a nuestros hijos a partir de los 6 meses de edad. Y como es una carne baja en grasas y con un alto contenido de proteínas es muy recomendable para su crecimiento.
Puedes preparar deliciosas recetas utilizando lonchas de pechuga de pavo que ya vienen debidamente fileteadas, con el grosor ideal para que tus peques puedan ingerirla sin problemas. El abanico de combinaciones culinarias del que dispones es enorme, desde una receta para hacer payaso usando esta carne con la que se lo pasarán a lo grande hasta otra receta de pechuga con ciruelas, que combina lo mejor de esta carne con las propiedades y sabor de la fruta.
Usar pechuga de pavo en lonchas te ayudará a:
- Que tus hijos se acostumbren a comer carne desde pequeñitos sin que se les hagan bolas al masticarla, gracias a su finura y textura suaves y a que son fácilmente digeribles.
- Crear riquísimos platos de pavo relleno de otros ingredientes que le darán mayor riqueza a la comida, aprovechando que puedes enrollarlos en el interior de las lonchas.
- Prepararles sus sándwiches con carne de pavo sin miedo a que al morderlos la carne traspase el pan de molde, dejando el pobre emparedado con más piezas que un puzzle sin montar.
- Tener la pechuga de pavo debidamente guardada y conservada en su envase, lista para ser utilizada en cualquier momento.
Ya ves que las posibilidades son casi infinitas, y teniendo la materia prima preparada, la tarea de conjugar una alimentación adecuada para ellos con el estímulo de comer nuevos y divertidos platos cada cierto tiempo te aporta el equilibrio que necesitas para afrontar tu agenda cotidiana con calma, sabiendo que lo tienes todo bajo control y que tus pequeñuelos están bien alimentados.
Y si no que se lo pregunten a las protagonistas de este divertido vídeo de Campofrío que, como tú, lidian como unas campeonas con los pormenores del día a día.