¿Quién no ha jugado alguna vez a un videojuego? Desde su aparición en la segunda mitad del siglo pasado, los videojuegos nos han acompañado en multitud de momentos de nuestra vida, en un principio como un mero entretenimiento, capaz de conseguir que escapemos momentáneamente de los problemas del día a día.
Pero seguro que alguna vez has caído en la cuenta de que muchos videojuegos no son un divertimento sin más. Muchos de ellos encierran un auténtico reto para la inteligencia que, unido a su carácter lúdico, nos invita a poner en práctica nuestras capacidades para subir de nivel y alcanzar el tan ansiado premio: llegar al final del videojuego y ganar la partida, lo que coloquialmente se conoce como “pasarse el juego”. De hecho se ha demostrado ya que un gran número de videojuegos son muy beneficiosos para nuestro cerebro, ya que lo ponen a prueba con desafíos que estimulan nuestras habilidades cognitivas. Y este aspecto es especialmente importante en los niños.
Como sabrás, el juego es una herramienta fundamental en su desarrollo intelectual y motriz, y el videojuego no es más que una evolución de los juegos tradicionales, introduciendo la interactividad con el usuario como principal innovación, lo que multiplica sus posibilidades. Además de las consolas como plataforma para jugar a videojuegos, cada vez existen en internet más webs que ofrecen de manera gratuita divertidísimos videojuegos, muchos de ellos pensados especialmente para los más pequeños. Es el caso del portal País de los Juegos, en el que encontramos una extensa variedad de videojuegos gratuitos clasificados por categorías. Las más interesantes son las de “Juegos de lógica” y “Juegos de aventura”, que estimulan capacidades como la memoria, la capacidad de reacción, la agudeza visual y la toma de decisiones. Si quieres que tus pequeños se lo pasen en grande a la vez que desarrollan su intelecto, esta es una gran opción.
Según esta interesante infografía creada por País de los Juegos, entre los beneficios que los videojuegos pueden ofrecer destacan los siguientes:
- Mejora de las dificultades de aprendizaje. Por ejemplo, los niños con dislexia o trastornos de lectoescritura pueden verse muy beneficiados por los videojuegos, concretamente los de acción, que mejoran su atención, lo que influye de manera directa en el proceso de lectura, mejorando considerablemente.
- Mejora de la agudeza visual. Muchos videojuegos incluyen detalles muy específicos que requieren de una gran atención por parte del jugador, lo que ayuda a mejorar la agudeza visual y el procesamiento de datos a través de la vista.
- Aumento de la materia gris del cerebro. La corteza cerebral, y específicamente la del área prefrontal y la zona del hipocampo, se encarga de la toma de decisiones, el control de impulsos, la memoria, el razonamiento espacial, la planificación de acciones, y la búsqueda de soluciones para todo tipo de problemas. Pues bien, jugar a videojuegos de corte estratégico produce un incremento de la materia gris que compone la corteza cerebral, mejorando el desarrollo cognitivo de los niños.
El viejo tópico de que los videojuegos son solo para pasar el rato ha quedado ya fuera de circulación gracias a los últimos estudios. Siempre que su contenido esté libre de violencia y otros aspectos inapropiados, el videojuego es un poderoso y divertido aliado para el cerebro infantil, así que tomad los mandos, dadle al botón “Start” y… ¡que comience el juego!