Seguro que recuerdas con cariño la deliciosa mermelada que tu abuela preparaba cuando ibas al cole. Su sabor inconfundible, su extraordinaria cremosidad y ese toque tradicional que sólo las abuelas saben dar a sus postres convirtiendo la hora de la merienda en el momento más dulce del día.
Pero, ¿sabes cuál es el origen de esta delicia? La mermelada nació como una forma de conservar algunos alimentos, generalmente frutas y en ocasiones hortalizas, cociéndolas en azúcar. Debe su nombre al portugués marmelada, confitura de membrillo, y su uso se remonta a la época de la Antigua Grecia, en la que sus habitantes cocían este fruto en miel. Este truco ancestral permitía seguir disfrutando del sabor y cualidades de la fruta mucho tiempo después de su recolección, en una época en la que los frigoríficos eran tan sólo un sueño.
Con el paso del tiempo, esta fórmula se fue transmitiendo de generación en generación. En un hogar, un padre enseñaba con cariño a sus hijos a preparar esa receta mágica que su madre un día le enseño a él; en otro, una abuela daba el paso y, tras años sirviendo la merienda a su nieta, le entregaba por fin su legado en forma de sabiduría centenaria. ¡Seguro que tú también lo has vivido o conoces a alguien a quien le han contado este “secreto” tan sabroso!
Y así han ido pasando los años, mientras las prisas de hoy nos hacen olvidarnos cada día un poquito más de los sabores de toda la vida. ¿Crees que aún puedes encontrar el auténtico sabor de la mermelada de siempre?
Nosotros queremos darte una buena noticia: ¡claro que puedes! Hemos investigado sobre el tema y hemos dado con LA VIEJA FÁBRICA Cremosa. Después de probarla lo cierto es que nos ha sorprendido gratamente: su textura es muy cremosa y conserva todo el sabor de la mermelada tradicional. Además, no tiene trocitos de fruta ni semillas, por lo que hemos podido untarla en el pan a la perfección, y viene en varios sabores: fresa, frutas del bosque, melocotón, mango y ciruela, todos riquísimos. Nuestros tarros han volado, y estamos seguros de que en casa todos querréis probarla.
Como sabrás, la fruta es un alimento indispensable, sobretodo en la dieta de un niño, y no hay forma más divertida para ellos que comerla en forma de mermelada. Y ahora que conoces su historia, ¿se te ocurre alguna receta original a base de este manjar con la que alegrar ese momento del día tan especial? Nosotros te traemos una elaborada con mermelada de melocotón, y créenos, ¡os chuparéis los dedos!
Receta de Cruasanes rellenos de mermelada de melocotón y/o chocolate
Toma nota, porque vas a necesitar los siguientes ingredientes:
- 1 masa de hojaldre
- 1 huevo
- 1 cacito de azúcar, puede ser blanco o moreno, como prefieras.
- 1 mermelada de melocotón
- 1 Chocolate para fundir
¿Lo tienes todo? ¡Pues manos a la obra!:
- Pon a precalentar el horno a 190 grados.
- Abre la masa de hojaldre y amásala con un rodillo de cocina hasta que obtengas un tamaño considerable (calcula que nos deben salir unos 10 cruasanes).
- Corta tantas porciones triangulares como cruasanes quieras obtener. Cuando los tengas, añade en la parte más ancha tu deliciosa mermelada de melocotón y el chocolate. Puedes añadir ambos para conseguir una mezcla muy dulce o usar sólo uno de ellos. A tu gusto.
- Bate el huevo y añade aproximadamente 3 cucharadas de azúcar.
- Ahora enrolla la parte ancha de tus cruasanes, trenza las puntas hacia abajo dándoles esa forma tan peculiar suya y barnízalos con la mezcla que has preparado en el paso 4.
- Mételos al horno en una bandeja con papel vegetal y espera unos 10 o 15 minutos.
- ¿A qué esperas? Sirve a los tuyos estos deliciosos cruasanes con mermelada de melocotón y chocolate, ¡y alucina viendo cómo desaparecen de la bandeja!