La reproducción asistida ha ayudado a infinidad de personas en todo el mundo a cumplir su sueño de convertirse en padres. Y este método, además de todos los padecimientos que conlleva tanto el llegar a él como el tratamiento, no deja de crear algunas inquietudes acerca de si puede tener secuelas a largo plazo en la salud del bebé. Pero parece ser que no es así.
¿Peor salud?
Y es que hay quien ha llegado a decir que la salud del bebé nacido mediante este tipo de técnicas puede ser peor que la de quien ha venido al mundo por el método tradicional. Sin embargo un estudio que publica la revista The New England Journal of Medice nos muestra como estos niños no tiene un riesgo superior de padecer cáncer que otros. Para llegar a esta conclusión los autores llevaron a cabo un seguimiento de más de 100.000 niños británicos fruto de la reproducción asistida, nacidos entre los años 1992 y 2008.
Se vio que la posibilidad de padecer cáncer era la misma con independencia de su concepción. Lo que si percibieron es que los niños que habían nacido por reproducción asistida tenían una ligera incidencia mayor en algún tipo de cáncer, como el hepático, pero lo asociaron más con el bajo peso al nacer, algo que se da mucho en estos niños, y que se suele asociar a este tipo de enfermedad.
Estudios previos, y este no los contradice, muestran cómo las parejas que realizan esta clase de tratamientos por norma general son de mayor edad y tienen problemas de fertilidad, lo que sí pudiera incidir en la salud futura de su hijo, más allá de cómo haya venido al mundo.
Lo que esta investigación quiere trasmitir a los padres que han necesitado este tipo de técnicas para lograr tener un bebé es que sus hijos no van a tener mayores posibilidades de padecer cáncer que otros niños. Y que por lo tanto pueden estar tranquilos al respecto y no se necesita el llevar un control de la salud de sus pequeños diferente al que se lleva con el resto de los menores. Sin duda un gran alivio.