Desde que son muy pequeños, casi todos los padres dedicamos tiempo a hablar con nuestros hijos. Sabemos que establecer una buena comunicación con ellos resulta esencial para su desarrollo. Pero quizás en ocasiones se nos puede pasar por alto lo importante que resulta que ese dialogo comience cuanto antes, incluso cuando pensamos que no son capaces de comprendernos. Un estudio demuestra que habría que empezar a hablar con nuestros hijos desde el mismo momento de su nacimiento.
El habla directa
Recientemente se ha presentado un estudio de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, en el que se pone de manifiesto lo fundamental que resulta hablar directamente a nuestros bebés ya que ello va a conseguir que logren una mayor capacidad para procesar el lenguaje, por lo que les resultará más sencillo aprender nuevas palabras posteriormente.
Hablar directamente se lleva a cabo mirando a los ojos del pequeño y procurando llamar su atención para que él haga lo mismo; de esta manera podrá captar no solo lo que le decimos sino también los gestos que utilizamos. La autora de la investigación, la psicóloga Anne Fernald, apunta que si así lo hacemos, ellos podrán identificar las reglas y el ritmo de su lengua materna, sentando las bases para conocer el mundo que les rodea. Dice también que si repetimos las mismas palabras al bebé, las recordará, podrá aprender la relación que hay entre ellas y le ayudará cuando empiece el colegio.
Influencia en el desarrollo infantil
El estudio se realizó con grabaciones de familias hispanas estadounidenses de bajos recursos. Se comprobó que los niños a los que sus padres les hablaban directamente con más regularidad tenían una mejor capacidad lingüística y de comprensión. Y es tan grande la diferencia que los niños a los que no se les habla directamente pueden presentar a los 5 años hasta un desarrollo 2 años menor frente a los que sí se les habla.
La mente del niño tiene una constante evolución, pero hay que motivarla y una manera es hablando con ellos. Además cuanto antes empecemos a hacerlo mejor comunicación tendremos el día de mañana, algo que indudablemente es fundamental. Así que, mírale a los ojos y habla a tu bebé, porque además es un momento precioso.