Muchos de los inventos de los que disfrutamos en la actualidad vienen de la necesidad que tuvieron sus creadores de dar ellos mismos solución a algún problema. Y es que en situaciones de dificultad el ingenio se agudiza. Eso fue lo que le ocurrió a un padre primerizo con sueño.
Su bebé no dormía por las noches
Alejandro García no tenía insomnio, pero llevaba tiemposin dormir nada bien por las noches. Su pequeño Eneko, un bebé nacido hacía poco, se pasaba las noches llorando. Descubrió que el motivo de su llanto eran los cólicos del lactante, algo tan habitual que afecta al 40% de los recién nacidos. Esta dolencia puede tener diferentes orígenes, como intolerancia a alguna proteína de la leche, tomas muy frecuentes y hasta algunas situaciones emocionales sufridas por la madre en el embarazo.
Alejandro y su mujer acudieron a distintos médicos, pero todos le daban la misma solución, pastillas, y ellos no querían tener que medicar a un niño tan pequeño. Así que el padre decidió aprovechar las noches en vela para buscar por sí mismo el remedio.
Una semilla secreta
De esta forma, creó un pijama basado en la termoterapia. En la prenda mezcló los beneficios del calor con la acupuntura, bajo el asesoramiento de su propia madre, que se dedica a ese tipo de técnicas. Incluso su abuela le contó cómo antiguamente se calentaban huesos de aceitunas y se colocaban en las zonas de dolor, obteniendo alivio.
Este joven padre, de solo 31 años, siguió investigando. Así, encontró una semilla en China que es capaz de retener el calor y la metió en una bolsa ecológica, en forma de almohada pequeña, que se coloca en un bolsillo del pijama para que esté en contacto con la zona abdominal del bebé.
Alejandro, que ha abierto una tienda de ropa de bebé en Benalmádena (Málaga, España), quiere vender su invento, Okene, el nombre de su hijo al revés, a toda Europa. No sabemos si lo conseguirá. Pero de momento lo que si ha logrado es volver a dormir por las noches, que no es poco.