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La contaminación aumenta el riesgo de autismo infantil

La contaminación aumenta el riesgo de autismo infantil 12 noviembre, 2014
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Hay enemigos a los que vemos y por tanto enfrentarnos a ellos es menos complicado que cuando tenemos que hacerlo a los que no podemos ver. Uno de esos enemigos invisibles es la contaminación que un estudio ha relacionado con el autismo infantil.

Altos niveles tóxicos

La Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos, ha realizado una investigación cuyos primeros resultados hemos conocido, y nos indica que los niños con autismo tendrían más posibilidades de haber estado expuestos a altos niveles tóxicos durante su gestación y los 2 primeros años de vida que los niños que no padecen dicho trastorno.

Los distintos tipos de autismo están aumentando de manera tremenda en países como Estados Unidos en los últimos años. Los autores de la investigación afirman que hay pocos estudios que incluyan el análisis de las exposiciones medioambientales en la incidencia del autismo.

Más casos en algunas zonas

Para realizar este estudio se analizaron familias con y sin miembros con autismo, en 6 condados del sudoeste de Pensilvania. Vieron que había relación entre el trastorno y los altos niveles de cromo y estireno. Parece ser que esta investigación podrá explicar el motivo de que haya tantos casos de autismo en Pittsburgh y otras regiones y países, que estarían relacionados con la calidad del aire.

Los niños que vivían en este tipo de ambientes tóxicos tenían de 1,4 a 2 veces más de posibilidades de padecer autismo, y estos resultados se obtuvieron teniendo en cuenta la edad materna, su consumo de tabaco, su etnia y educación. Pero el estudio indica que además del cromo y el estireno, podría haber otras sustancias que incidieran en la presencia de este trastorno.

El autismo se suele diagnosticar en los primeros años de vida y sus casos se han visto multiplicados por 8 en los últimos 20 años. Aunque es cierto que este aumento se debe en parte a la mayor capacidad para conseguir diagnosticar este trastorno, no es menos cierto que también influirían en ello factores genéticos y medioambientales.

Los autores del estudio señalan que hay que seguir investigando para conocer más sobre cómo afecta la contaminación al autismo. Esperemos que también se trabaje en rebajar los altos niveles de contaminación que por desgracia a todos nos perjudican y mucho.

 

 

 

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