Dentro del ámbito de laSalud Ambiental, la calidad del aire es uno de los aspectos en torno a los cuales existe una preocupación creciente; y por buenas razones, ya que respiramos más de 10.000 veces al día y el sistema respiratorio afecta al resto de sistemas orgánicos y, por lo tanto, a nuestro bienestar global. Informaciones cada vez más frecuentes nos hablan de la degradación del aire, en particular en entornos urbanos, y del concomitante aumento de los problemas respiratorios asociados, así como de la mayor incidencia de alergias. El aire exterior, cuya calidad depende en gran medida de los grandes sistemas naturales de humidificación y limpieza del mismo, como la cercanía de bosques y océanos, no depende de nosotros; el aire interior, sin embargo, el de nuestros hogares y oficinas, sí puede ser objeto de un tratamiento del aire que lo haga saludable, tanto para prevención y tratamiento de alergias como para el cuidado de la salud de los más vulnerables (bebés, niños, personas mayores o propensas a enfermar).
Ahora bien, ¿de qué depende que un tratamiento del aire doméstico resulte eficaz? Pues depende, sobre todo, de las tecnologías aplicadas y del buen uso de las mismas, una vez conocidos algunos hechos probados sobre la calidad del aire como, por ejemplo, el rango saludable de humedad relativa: esta debe mantenerse entre el 40 y el 60% para prevenir tanto alergias como otras patologías respiratorias, por lo que es muy recomendable escoger humidificadores que incorporen higrostato para el control del nivel de humedad (en invierno conviene un nivel más próximo al 60%). En cuanto a la tecnología implicada en los humidificadores, son dos los tipos más difundidos: a vapor (vapor caliente) y por ultrasonidos (vapor frío). Los primeros, más tradicionales, hervían el agua y de este modo eliminaban el 100% de los patógenos, motivo por el cual se consideran más saludables; los segundos, de aparición más reciente, permiten una humidificación más profunda gracias a la micronización del agua (y de todo lo que contenga: de ahí que se desaconseje claramente el uso de cualquier clase de fragancias en el agua) que produce la tecnología de ultrasonidos; sin embargo, debido a la ausencia de hervido, se hace necesario realizar mantenimiento (limpieza del depósito de agua cada dos días) o utilizar tan sólo agua destilada, a no ser que se incorporen tecnologías específicas capaces de suplir el hervido.
Por este motivo, Boneco air-o-swiss incorpora en sus modelos de humificadores ultrasónicos tecnologías propias: un filtro desmineralizador, para eliminar minerales, cal y otras impurezas del agua; la varilla de iones de plata ISS, que elimina bacterias, virus, hongos y otros patógenos. La combinación de estas dos tecnologías permite un uso seguro y sin mantenimiento de nuestros humidificadores ultrasónicos (algunos incorporan, además, la función de pre hervido del agua, permitiendo escoger entre vapor frío y caliente).
Sin embargo, no tan sólo el nivel adecuado de humedad importa en la prevención y tratamiento de alergias ambientales; estas se producen, en su mayoría, por la presencia de partículas alergénicas en suspensión (polen, ácaros y otras). En consecuencia, para un adecuado tratamiento necesitaremos incorporar purificadores de aire, siempre y cuando estos se refieran a modelos que, como todos los de Boneco air-o-swiss, incluyan algún sistema de filtrado de partículas (como, por ejemplo, un filtro HEPA de máxima calidad o el sistema de discos lavables). Si se trata de purificadores de aire estrictos obtendremos la máxima eficacia en la purificación (que incluye partículas contaminantes: humo de tabaco, PM 2.5, PM 10, ozono troposférico, olores, etcétera), aunque sin humidificación. Si, por el contrario, nos interesa un tratamiento completo, entonces podemos escoger entre los distintos modelos de humidificadores purificadores de aire (son los que empiezan por la letra W de ‘washers’, limpiadores en inglés) que combinan una fuerte capacidad humidificadora con una purificación suficiente, manteniendo una óptima calidad del aire todo el año para una buena Salud Ambiental.