Llega el verano y con él, el calor. En este época del año, las altas temperaturas pueden producir cambios en el apetito de los niños; además, durante estos meses es aconsejable tomar algunas medidas de precaución y cuidar su alimentación. Por eso, además de seguir una dieta completa y equilibrada, hay que intentar darles alimentos que les ayuden a hidratarse y a estar más frescos:
- Frutas de temporada: Tienen nutrientes esenciales para el niño y además resultan muy apetecibles en verano. Acompáñalas con zumo o leche y sírvelas frías.
- Zumos: Muy frescos, hidratantes y listos en un momento.
- Verduras: Es una época perfecta para hacer sopas frías, gazpachos y ensaladillas.
- Helados y batidos: ¡Riquísimos! Con esto seguro que no fallas. Aunque la falta de apetito infantil sea algo común durante el verano, seguro que los más peques no pueden resistirse a un delicioso batido o un refrescante helado.