Seguramente a todos nos ha pasado en más de una ocasión que no encontramos nuestro teléfono o tablet, creemos que están en algún lugar concreto, pero al ir a buscarlos no es así, y aunque puede ser que lo hayamos puesto en otro sitio y no lo recordemos, los que tenemos hijos, aunque sean apenas bebés, sabemos que el primer sitio en el que buscar es precisamente en sus pequeñas manos. Y muchas veces con éxito. Pero hay estudios que creen que está afición por la tecnología no es muy saludable para los más jóvenes de la casa.
Demasiada tecnología
La Policía Cibernética de México junto con la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil ha recomendado a los padres que vigilen el uso que hacen sus hijos de la tecnología. Ya que manejan estudios que indican que el uso de los smartphones o tablets, pueden bajar su rendimiento escolar, su atención y otras capacidades en los menores de 13 años. Comentan que un exceso de tecnología en bebés por debajo de los 2 años les causa déficit de atención, retrasos cognitivos y problemas de aprendizaje y autocontrol. Además el abuso de este tipo de sistemas parece que está asociado con un aumento de la depresión y la ansiedad infantil. Pero va más allá, comentando que esa forma de esparcimiento hace que los niños sean más propensos a llevar una vida sedentaria, lo que redunda en que puedan padecer obesidad, diabetes o trastornos cardiovasculares.
Además la falta de control y horarios por parte de los padres en el uso de los teléfonos les puede dificultar que descansen lo suficiente, lo que les afectaría en sus estudios. Y esa misma falta de supervisión puede llevarles a consumir contenido violento o de otra índole no apropiada para su edad, con lo que su conducta podría verse afectada.
Recordaron que la Organización Mundial de la Salud, OMS, advierte del riesgo físico que supone para los niños su uso debido a la radicación que emiten. Y sobre todo pidieron a los padres que supervisen siempre el cómo y el cuánto utilizan sus hijos las nuevas tecnologías. No sumamos a ello.