Llega el otoño y es un buen momento para escaparnos los fines de semana y puentes a visitar con los niños ciudades y municipios turísticos que ofrecen recursos y actividades para toda la familia. Dentro de la diversidad de destinos turísticos familiares, recomiendo aquellos que tiene una distinción o certificado de turismo familiar como es el caso de los DTF de Catalunya o los municipios turísticos familiares de la Comunidad Valenciana que promociona ATURFAM. Algunas ciudades como Valencia, Toledo, Vitoria o Madrid están trabajando dar un buen servicio a las familias viajeras, tanto por las visitas guiadas adaptadas para ir con niños como por las actividades y eventos de animación y descubrimiento de los entornos urbanos( museos, jardines, parques, centro histórico…)
Elegir una ciudad con atractivos y oferta para familias es importante, pero tambien debemos buscar una vez finalizada la actividad un lugar para comer, que sea un espacio donde padres e hijos puedan disfrutar de este momento de descanso entre visitas y actividades. En este sentido recibo en el portal www.viajarenfamilia.net correos de padres y madres que me piden consejo sobre restaurantes adecuados para ir con las familias cuando visitan estas ciudades.
He conocido numerosos lugares para comer con mis hijos, pero mantengo un buen recuerdo de aquellos que han sido un lugar de tranquilidad, seguridad y diversión, donde comer con los niños no es un problema sino que se convierte en un momento para disfrutar los padres de la gastronomía a la vez que los niños realizan talleres sobre los postres y juegan con monitores atentos a los niños. Me ofrecieron un menú para los niños equilibrado, saludable a buen precio y para los padres un menú diferente pensado para degustar la gastronomía valenciana y otros platos creativos.
Hace pocos días, hice una ruta teatralizada por la ciudad de Valencia con la empresa Turiart, socia de la Asociación de Turismo Familiar de la CV, y acabamos la ruta en el centro histórico de Valencia, cerca de la antigua Universidad en una plaza peatonal . El restaurante, la Terraza del Patriarca, nos ofreció a las familias lo que en otros lugares no había encontrado en mis viajes: poder comer los padres un menú de calidad a buen precio y ofrecer a los niños un espacio donde jugar y disfrutar de la comida en una sala con monitores cualificados. Mientras los padres comíamos y contábamos lo que habíamos visto por la ciudad ,los niños disfrutaban de un taller para divertirse y crear postres creativos y sencillos: desde bocaditos de helado, bocas de manzana, palmera tropical de frutas, huevo frito con patatas de fruta y yogur hasta muñecos de frutas , plátanos fantasmas…Tras los talleres, juegos en la plaza, donde los coches no pasan y podemos ver los padres como corretean mientras tomamos el postre y café ,antes de reanudar la visita a la ciudad de Valencia.
Acaba la comida, recogimos a los niños, sacamos los carros y a toda la tropa de niños para proseguir nuestra visita al Bioparc de Valencia..un paseo por una ciudad que nos ofrece a grandes y pequeños rincones y sabores para todas las edades sin el stress y la seguridad de tener una comida tranquila, divertida y pensada para toda la familia.