Una noche sin dormir

Una noche sin dormir 7 mayo, 2014
insomnio

insomnio¿Qué tal fresas? Yo empezando a notar los efectos de los nervios, ahora que se acerca el día en el que haré mi primera ponencia en el Digital Family Meeting. Al que por cierto, os vuelvo a recomendar que vayáis. Casualmente en el otro día comentábamos en twitter que en mayo, coinciden varios eventos de este estilo. Y es verdad que no se puede ir a todos, pero estoy convencida de que éste debe ser el primero de muchos Family Meetings, y que debe convertirse en uno de los más importantes de España. ¿Por qué? Porque aunque está claro que es más fácil que en Madrid, Barcelona o Valencia haya más volumen de asistentes, pensad que éste es el evento al que más felices vamos tanto nosotras como nuestras familias. Y esto es debido al entorno. Será genial disfrutar de la isla y de las instalaciones del Royal Son Bou cuando acaben las conferencias. Y no sé si es porque estoy ya pensado en la conferencia o por una mezcla de multitud de cosas, que la otra noche la pasé en vela.

Muchas veces amigos y familia me miran con cara de «¡qué morro tienes!» cuando les digo que por las noches siempre se levanta mi marido si los niños se despiertan. De hecho mi hija Vera, directamente le llama a él, porque sabe que yo no voy a ir. Pero mi marido está en Las Vegas, en la feria Coverings, y la otra noche no tuve más remedio que levantarme yo, cuando mi hija me llamaba diciendo que se había hecho pipi. ¡Noooooo! Eso es de lo peor que me puede pasar, porque al igual que muchas otras malas madres como yo, si nos levantamos y realizamos alguna acción de más de treinta segundos, nos despejamos y no hay manera de que volvamos a dormir. Y digo malas madres porque no soy la única que a pesar de trabajar menos horas que su pareja o incluso no trabajar, le da un codazo a su marido cuando los niños llaman en la noche. ¿Por qué los hombres se duermen en seguida y nosotras nos desvelamos tan fácilmente?

No lo sé, pero a mí es que me da por pensar, y paso siempre por las mismas fases:

  • 1ª fase: Los miedos. Me pongo a pensar en el miedo que me da que les pase algo a mis hijos. Llegan a mi mente toda clase de pensamientos sobre casos de niños, ya sean conocidos o no, que han sufrido alguna clase de enfermedad o accidente y no puedo soportar pensarlo. Luego me entra el miedo a que sea yo la que enferme o muera. ¡Madre mía! ¿Quién va a cuidar a mis hijos? ¿Cómo se lo van a decir? Luego me entra el miedo a que nos quedemos sin trabajo ¿Y de qué vamos a vivir? ¿Cómo vamos a afrontar los gastos? Luego llegan los miedos más irracionales: ¿Y si se incendia el piso? Vivo en un cuarto, ¿cómo voy a salir? ¿Cómo voy a salir con mis niños? ¡¡¡¡No puedo saltar por la ventana!!!! Tenía que haber comprado un primero. Buff pero en un primero es más fácil que entre un ladrón por la ventana. Después empiezo a acordarme de todas las películas de miedo que he visto en mi vida. Y como buena gallega… Habelas hailas…. Ni creo, ni dejo de creer en lo sobrenatural pero yo me muero de miedo.
  • 2ª fase: Las gracias. Me doy cuenta de lo tonta que soy por tener todos esos miedos, y doy gracias por todo lo bueno que tengo en mi vida. Y de repente, me encuentro llorando emocionada pensando en la suerte que tengo.
  • 3ª fase: Debo aprovechar el tiempo. Siempre dicen que si no duermes, no debes quedarte en la cama, es mejor levantarse y hacer cosas. Así que pienso que como siempre estoy quejándome de que el día no me llega a nada y que no tengo tiempo a sentarme a escribir, pues me levanto y me pongo a ello. Pero ¡noooooo! Eso me despajará más y será peor. Así que no lo hago.
  • 4ª Fase: El hambre. Me empieza a entrar el hambre y hasta que no me levanto a comer… no puedo relajarme. Así que me hago un vaso de leche caliente y enciendo la tele. Siempre están dando “Ana y los siete” ¡Qué serie más mala! Pero es que en el resto de los canales están emitiendo conciertos muermos.
  • El vaso de leche + La peor serie del mundo = Sueño profundo. ¡Por fin consigo dormir! Lo que pasa es que ya son sobre las 6:00 de la mañana y poco tiempo me queda hasta que suene el despertador.

 

Pues esto se repite toooooodas y cada una de las veces que Mamá de Fresa se desvela. Y tú, ¿Cómo pasas tus noches en vela? Si estas tan loc@ como yo y quieres dormir mejor, no te pierdas mi artículo “¿Cuál es el mejor alimento para dormir bien?”

Mil besos Fresas. ¡Nos vemos en Menorca!

Angélica Álvarez (@MamadeFresa).

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