Entre ellas, el hecho de que mucha gente no quiera que sus hijos sean porteros. A estos padres les preguntas el porqué y la respuesta suele ser la misma: «no tengo ganas de sufrir».
Ya lo dijo el escritor y portero aficionado Vladimir Nabokov, «el trabajo de portero es como el de un mártir, un saco de arena o un penitente». Esta es una realidad con la que el portero y su entorno deben aprender a convivir ya desde edades tempranas.
En estos 3 años que llevamos como padres de portero, siendo unos padres novatos en este mundillo, hay una cosa de la que nos hemos dado cuenta: el aprendizaje del portero va más allá de aprender las diferentes técnicas y tácticas, debe tener también un aprendizaje psicológico. Así, no sólo deben ganar potencia sus brazos y piernas, sino que también su mentalidad ha de aprender a ser fuerte.
Volviendo a los deseos de unos padres de que su hijo no sea portero, aún expresando éste que le gustaría probarlo,en el fondo podemos llegar a entenderlos. No es lo mismo que acabe un partido y tu hijo te diga: «casi meto un gol…» que te diga «casi paro un gol….» . El primer «casi» quedará en una anécdota en el partido, una jugada más, pero el segundo «casi» habrá supuesto un gol en contra, sea un gol decisivo o no. Este ejemplo del «casi» explica perfectamente la diferencia entre que tu hijo sea jugador de campo o portero. Supongo que en estas edades tempranas – categoría pre-benjamín – esto no se nota demasiado por que la gente con los más pequeños suele ser más benevolente, pero esta diferencia seguramente se agudizará con los años.
¿Entonces, tenemos que prohibir a nuestro hijo ser portero para evitarnos disgustos?. Personalmente creo que hay que dejar a los chicos que elijan su destino, y si mi hijo se siente feliz en la portería, yo lo que debo procurar como padre es darle todo mi apoyo para que se realice en este deporte, en la posición que él ha elegido, aunque ello me comporte un mayor «sufrimiento» en los partidos. Y cuando me diga «casi paro un gol…» yo le pueda responder «lo intentaste y casi lo consigues, y por ello estoy orgulloso de ti».