La verdad, es que aunque el tema sea repetitivo, es casi imposible para una madre no hablar de la vuelta al cole. Muchas veces nos quedamos con la parte superficial de la vuelta al cole y solo se habla de los libros, el material, el gasto que supone… Pero la vuelta al cole supone mucho más que todo eso. Y según la edad las expectativas del primer día de cole son unas u otras.
Yo os cuento mi experiencia de este año con Marta (12 años), Pablo (5 años) y Clara ( 3 años ). Empiezo por atrás:
A mi modo de ver, en la etapa infantil, el cole, además del aprendizaje, supone para el niño el encuentro con la sociedad, es decir, conocer un mundo que va más allá de su familia. Sus primeros amigos, la maestra, el tiempo fuera de casa y las rutinas escolares, cuando ellos empiezan a hacer cosas “solos”: ir al baño, tomarse el almuerzo, lavarse las manos antes de comer, guardar el turno, cuidar el material, recogerlo, escuchar…
Es una etapa preciosa donde nuestros hijos van descubriendo cada día cosas nuevas. Por eso el primer día de cole en la etapa infantil es, sobre todo, curiosidad, sorpresa,entusiasmo por volver a ver a los amiguitos… Cada año son un poco más mayores, y ellos creo que lo saben.
Hoy, en este primer día de cole, Clara ha ido andando al cole; el año pasado iba en carro, pero ella misma ha sido consciente de que este año es un poquito más mayor, así que para ella ha sido una motivación. Pablo estaba ansioso por ver a sus amigos; en este periodo los amigos ya van formando parte importante de su vida, y también le preocupaba cómo estaría la clase.
Otro caso es el de Marta: con 12 años ha empezado 1º de la ESO, primer día de instituto. ¡Madre mía! No me lo creo ni yo, pero es así, crecen y sin darnos cuenta los años pasan. Ella hoy empezaba una nueva etapa escolar y también en su vida. El salto del cole al instituto nos marca a todos.
Me gustaría compartir las emociones que ha vivido Marta en este primer día de instituto:
Se ha levantado temprano, aunque no entraba hasta las 11:30, pero no podía dormir más. Desayuno, ducha, y… aún son las 10, el tiempo no pasaba. Estaba tan emocionada, ilusionada, nerviosa, que no sabía qué hacer para que llegara el momento. Sus amigas han venido pronto a por ella, así la espera era compartida.
Por fin ha llegado el momento, yo no la he visto porque querían ir solas, lo entiendo perfectamente, pero lo mejor ha sido la vuelta de ese primer día de instituto. Continuaba igual de contenta y emocionada que se había ido, le había encantado la tutora, la clase, todo y lo mejor: les había tocado a todas las amigas juntas.
Ha empezado a contarme todo lo que les habían dicho, y me ha transmitido tanta vida que me he emocionado, y he vuelto 22 años atrás, que es el tiempo que hace que yo fui por primera vez al mismo instituto, con las mismas ilusiones que ella tenía hoy. Es lo maravilloso del ciclo de la vida.