Es sin duda en estos tiempos de prisas y horas interminables de oficina cuando más necesitamos la ayuda de los abuelos, para que cuiden de nuestros pequeños cuando están enfermos y no pueden ir al cole, o cuando llegan las vacaciones.
Los abuelos son un pilar fundamental de la familia, y en muchas ocasiones son el soporte de la estructura familiar, debido a los tiempos difíciles que atravesamos. ¿Qué haríamos sin ellos? Se preguntarán muchos.
Como padres y madres no debemos olvidar que la relación de los abuelos con los nietos no tiene que estar marcada por un objetivo educativo, pero sí se debe aclarar con ellos y llegar a acuerdos para no pasar ciertos límites que como padres nos marquemos en la educación de nuestros hijos, evitando así que consientan todos los caprichos que papá y mamá han vetado.
Los abuelos son los mejores médicos, aunque no tengan “bata blanca”, son capaces de curar un arañazo con un “sana-sanita” y son unos fantásticos narradores de historias, ya que son los mejores maestros para la vida. Pasar tiempo con ellos es una experiencia muy enriquecedora para los niños, e ir con ellos al pueblo, uno de los campamentos de verano más divertidos.
Debemos evitar cargar a nuestros padres sobre sus hombros con el peso de la educación de nuestros hijos, pero hemos de permitir que pasen tiempo con ellos, que disfruten de sus nietos y viceversa. Los niños se divierten yendo al parque con sus abuelos, o cuando estos vienen a recogerles al cole.
Mi mejor recuerdo del verano… Que llegara el último día de cole, y hacer la bolsa para ir al pueblo con mi abuela.