Para empezar, que les permite pasar las vacaciones en remojo. No tienen medusas, ni olas, ni arena, por lo que son para las personas que les gusta estar limpios o las aguas tranquilas, poco más que el paraíso. La mayoría de las piscinas de los hoteles están acondicionadas para niños de todas las edades. Las piscinas permiten jugar mientras los peques aprenden a nadar en este nuevo medio acuático. En una zona poco concurrida dejar que el agua azul y transparente refresque el cuerpo y jugar con ella. Éxito para los padres y diversión para los niños.
Fascinantes sus formas. Pocas piscinas de hotel verás cuadradas, y cuando lo hacen, o están en un terrado con vistas panorámicas, o tienen paredes de cristal, o un servicio exclusivo, un solárium de lujo, buena música, o incluso conocer nuevos amigos y fomentar a nuestros hijos el compañerismo, amistad y los juegos en equipo.
El universo de la piscina es hoy un derroche de imaginación. Con islas en forma de chiringuitos tropicales, tumbonas en el agua, grutas y cavernas, estrellas en el fondo, barcos piratas y toboganes, caminos de piedras, puentes y túneles, piscinas conectadas, jardines en medio, fuentes y escaleras, formas de guitarra o de animales, tentadoramente nocturnas, con farolillos y champán, de agua salada… poned en Google Images “hoteles con piscina” y toda la familia disfrutará ya sólo de imaginarse en una de ellas. Busca la tuya y al ¡agua patos!
Pero lo mejor de las piscinas de los hoteles acondicionados para ir con niños es el ambiente familiar que se crea en torno a ellas. Familias de todos los rincones del mundo absorben cómodamente todos los rayos del sol mientras sus hijos se divierten como nunca lanzándose de todas maneras y formas al agua. Ir con niños a un hotel familiar con piscina todo son ventajas. Bueno, excepto una…cuando llega la hora de sacarlos del agua.