Instinto de madre…¡y de hijos!

Instinto de madre…¡y de hijos! 4 mayo, 2015
instinto bebes

Seguro hemos oído hablar del instinto materno. Ese instinto materno que te hace saber cuando algo no va bien aun cuando todo parece ser normal, ese instinto materno que te dice que las niñas llevan mucho en silencio y vale la pena ir a ver qué hacen, ese instinto materno que te dice si esa fiebre es para correr a urgencias o para quedarnos en cama con muchos mimos. Ese instinto que te lleva a tomar en brazos a tu bebé cuando llora. El instinto materno aparece cuando aparece: cuando te quedas embarazada, cuando das a luz, cuando sea tu pequeño se cae por primera vez.

Y nos guía en infinitas ocasiones siendo madres.

Pero hoy quiero darle la vuelta a ese instinto materno para hablar del instinto del bebé, de los hijos. El otro día en el blog hablaba sobre la comunicación silenciosa. Y ese post me ha llevado a reflexionar sobre el instinto de los bebés.

¿Te ha pasado alguna vez que entras en una habitación donde tus hijos duermen y cuando estás dentro empiezan a moverse? A mi sí. Yo practico el colecho, pero cuando me acuesto, en silencio y despacio para no despertarlas, ambas, en menos de 5 minutos, se han volteado hacia donde yo estoy, para pegarse a mí, para rozarme con una mano, o con un pie.

Como contaba en el post, creo que eso es parte de nuestras hormonas, nuestros olores, pero también creo que es cosa de ambos, no solo de la madre. Nuestros hijos tienen un olfato especial para detectar a su mamá, para sentirla cerca, creo que es como una unión especial que queda de los 9 meses que les gestamos. Estoy convencida que son capaces de encontrarnos en una habitación a oscuras, guiados por el instinto.

¿Has visto alguna vez un video de un recién nacido dejado piel con piel con su madre? Con sus apenas minutos de vida puede moverse hasta el pecho y tomarlo para alimentarse. Es instinto de supervivencia, es un olfato súper desarrollado, es un instinto de bebé del que quizá se hable poco, pero que es muy muy fuerte. Por eso lloran con diferentes tonos e intensidades según si tienen hambre, sueño o dolor. Desde recién nacidos son capaces de comunicar mucho más de lo que parece.

De la misma forma son capaces de detectar si su madre está alegre, triste, preocupada. Si tengo demasiadas cosas en la cabeza que me distraen de estar con mis hijas, una o la otra se encarga de darme un abrazo, de preguntarme en que pienso, de distraerme con algo que requiera toda mi atención. Ellas pueden sentir mi estado de ánimo diría que mucho mejor que yo misma. ¿Es o no es instinto de hijas?

Asi piensa una mamá.

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@laicapi

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