El PADRE del futbolista

El PADRE del futbolista 3 abril, 2014

Se trata de una entrada en el blog «Entrenadores» (http://entrenadorespl.blogspot.com.es/2013/05/el-padre-del-futbolista.html). En el artículo se trata el tema de los tipos de padres visto por un entrenador.

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Cuando empieza la temporada, como padres deseamos que el entrenador de nuestros hijos sea una buena figura y le ayude a progresar en este deporte. Y estoy seguro de que, por otro lado, los entrenadores deben desear que los padres de los chicos que van a entrenar esa temporada sean gente coherente y poco problemática.

Todos analizamos el tipo de entrenador, de jugador, de árbitro y demás figurantes en un partido. ¿Pero, alguien se para a analizar a los padres? En este artículo se definen perfectamente, tanto el padre que actúa correctamente, como aquel que puede a llegar a estropear las ilusiones del niño con su comportamiento. Y no hablamos de violencia verbal o física durante el partido, sino de padres que quieren pasar por encima de entrenadores, creando expectativas erróneas respecto a su hijo.

Y una vez leído el artículo, me hago la pregunta ¿Que tipo de padre soy yo?. Espero que de los coherentes ;). No soy yo quien deba clasificarme en uno u otro, pero sí quien puede decidir mi comportamiento por el bien de mi hijo. Sobre el papel puede parecer fácil pero muchas veces la pasión nos puede sobrepasar.

Creo que en los 3 años que Pau lleva como portero no hemos tenido ninguna problemática con los entrenadores, y cuando ha habido alguna cosa la hemos hablado educadamente con su entrenador. Recuerdo un día que Pau llegó a casa medio lloroso tras un partido bastante desastroso con varios errores, errores que bajo los palos tuvieron como resultados varios goles. En el vestuario el entrenador le recriminó que ese día no lo había hecho bien. Aquello le dolió más que los goles. A nosotros nos sentó fatal aquello y pedimos ir a hablar con el entrenador. La reunión fue muy buena. Pau con 6 años no había interpretado bien las palabras y había pensado que le echaba la culpa sólo a él, cuando el equipo en general no había estado bien. Una vez aclarado, la cara de Pau cambió. Lo fácil sería habernos callado aquello y despotricar del entrenador. Pero fuimos a hablar con él y creo que fue una gran decisión.

Volviendo al artículo, os aconsejamos no dejar de leerlo y pensad, ¿Que tipo de padre soy?

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