El cesto de los tesoros

El cesto de los tesoros 20 enero, 2015
estimulación infantil

estimulación infantil

¡Cómo me gusta esta actividad! No podría definirse mejor mi pasión por este tipo de juego, que tanto entusiasma a nuestros bebés. Y digo bebés porque este juego es altamente recomendado para bebés desde los 6 meses, ya que a nivel neuronal y fisiológico es a partir de esta edad cuando los niños son capaces de mantenerse sentados y comienzan a agarrar objetos con mayor destreza. Esto no quiere decir que los bebes que aún no se sientan no puedan realizar la actividad. A estos les pondremos tumbados boca abajo, y será el adulto quien disponga a su alrededor los objetos del cesto, alternando las distancias para incentivar así su movimiento a nivel motor.

Cómo jugar al cesto de los tesoros

Esta actividad es muy sencilla de llevar a cabo: los objetos y materiales de los que se compone el cesto deben presentarse en una canasta amplia y de fácil acceso para los niños; esto quiere decir que la canasta debe ser ancha y no muy alta (12-15 cm). Los materiales de los que se compone el cesto son objetos comunes, nunca juguetes. ¿Nunca os ha pasado que, tras comprar el juguete más atractivo de la tienda, vuestro niño o niña se pone a jugar con el envoltorio o con la caja? Pues sí, a nuestros niños les encantan los objetos de la vida cotidiana, cosas que todos tenemos en casa o que en su defecto son fáciles de encontrar y muy baratas.

Estos son algunos de los objetos de los que puede estar compuesto el cesto de los tesoros. Como recomendación, os sugiero que no pongáis todos a la vez, sino que cada 15-20 días, los renovéis, así la actividad no resultará monótona y aburrida:

  • Objetos de la naturaleza (piñas, conchas, castañas).
  • Objetos hechos de materiales naturales (bolas de lana, paja).
  • Objetos de madera (cucharas de cocina, pinzas de la ropa…).
  • Objetos metálicos (cucharas de diversos tamaños, campanas, tapaderas, embudos, castañuelas, cadenas, moldes de flanes…).
  • Artículos de caucho y lona (pelotas de goma o de tela, muñecos de trapo, telas de diferentes texturas, carteras, estropajos, monederos…).
  • Objetos de papel y cartón (cajas de cartón, rollos de papel higiénico o de cocina…).

El cesto de los tesoros abre a nuestros bebés un mundo de experiencias y sensaciones a través de la manipulación de los objetos, estimulando sus cinco sentidos: tocándolos y chupándolos descubren su textura, su peso, su olor o su sonido. Nuestros bebés pasaran largos ratos observando y manipulando objetos, lo que repercutirá directamente en su capacidad de concentración, así como en su motricidad gruesa y su coordinación óculo-manual, cogiendo y soltando objetos, pasándolos de una mano a la otra, o quitándoselo al de al lado.

El papel del adulto durante el desarrollo de esta actividad es meramente el de espectador pasivo. Nuestra presencia dará seguridad y confianza a los niños para manipular libremente los objetos y que su juego sea espontáneo. Cuando los niños juegan, los adultos intentamos ayudarles para que cojan el objeto, o lo agarren de la manera o el lado correcto. En esta actividad “prohibido ayudar”, ayudémosles a favorecer su autonomía, siendo ellos los protagonistas de su propio aprendizaje.

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