¿Lengua de Signos con un bebé?, ¡Adiós a los llantos!, ¿lo entenderé aunque no hable?, pero…,cómo?
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Os puede resultar raro, extraño y hasta improbable pero es cierto. La Lengua de Signos utilizada como herramienta adecuada y con ayuda de profesionales a través de talleres y material que se proporciona para casa te ayuda a mejorar la comunicación con tu bebé aunque este no hable aún. De hecho, los bebés de padres sordomudos aparentan ser menos exigentes ya que pueden expresarse mejor.
Aprovechemos la naturaleza para mejorar la crianza de nuestros hijos. Los bebés desarrollan pronto el manejo de sus manos (a partir de los 6-8 meses). El bebé signante alcanza mayor vocabulario y un mayor coeficiente intelectual a la edad de 3 años.
Y podréis pensar, “siempre se han criado a los niños sin necesidad de signar”.
Esto es una verdad a medias. Los bebés han signado toda la vida.
Por ejemplo, levantan los brazos para pedir “aupa”, abren y cierran la boca sonoramente para indicar que tienen hambre, dicen “adiós” con la mano, señalan con la mano lo que quieren alcanzar. Son gestos sutiles que hemos aprendido de manera intuitiva.
¿No sería maravilloso poder comprender TODOS los gestos que tu bebé hace y comprender todo aquello que quiere comunicar?
Linda Acredolo y Susan Goodwyn (E.E.U.U.) son dos profesionales de la Psicología y el Desarrollo Infantil, que llevaron a cabo una investigación sobre la Lengua de Signos en niños descubriéndonos sus numerosas ventajas.
En 1982, descubrieron que los niños entre las edades de 10 y 24 meses fueron de manera espontánea utilizando gestos sencillos para representar palabras que aún no han podido decir con la voz. Pájaro, perro, gato, agua, oler, etc.
Así comenzó un gran avance en la comunicación cuidador-niño, un lenguaje de señas para bebés natural que permite a los niños y sus padres a utilizar los signos simples para comunicar cosas importantes como tener hambre o sed, frío o caliente, miedo o tristeza, etc.
A través de dos décadas de investigación, las Dres. Acredolo y Goodwyn han demostrado que los signos tiene enormes beneficios, incluyendo la disminución de la frustración para los bebés y los padres, enriqueciendo el vínculo entre padres e hijos, impulsar el desarrollo emocional, ayudando a los bebés para que hablen antes e incluso mejorar el CI, establecimiento bases sólidas para el futuro éxito de sus hijos.
Pero claro, os preguntaréis, ¿cuándo se puede empezar a signar con un bebé?
Pues bien, se introducirán de manera natural en la vida del bebé cuando apreciemos que éste ya realiza o empieza a realizar ciertas acciones como las que a continuación, os explico: ㅤ
- Pide que le levantes alzando los brazos (¡aúpa!).
- Se mantiene sentado por sí mismo.
- Repite acciones con las manos (5 lobitos, palmas palmitas, aplausos…).
- Dice adiós con la manita.
- Empieza a intentar comunicarse con un repertorio cada vez más grande de sonidos.
- Empieza a señalar lo que quiere.
- Mantiene la mirada atenta.
Todo esto comienza a sucederse, normalmente, habrá niñ@s más precoces, pero lo normal es que se empiece a dar durante los 6-7-8 meses en adelante. Cada bebé es diferente, por eso es cuestión de observarlos y ver cuándo empiezan a hacer alguna de estas acciones para poder ir indicándolo en la LSE.
Y, ¿cómo hacemos para enseñar los primeros signos a nuestro hij@?
Es fácil, pero también va acompañado de paciencia, tesón, práctica y continuidad. Es un entrenamiento y como tal debe ser aplicado cada día un poquito.
Hay que empezar por seis conceptos básicos que los bebés entienden a la perfección como son:
- Nombrar algo (leche, un perro, un libro)
- Poseer algo (mi oso, mi calcetín)
- Buscar o encontrar algo (¿dónde está el zapato?, ¿dónde está el gato?)
- La desaparición de algo/alguien
- El fin de una acción (el juguete no está, no queda comida)
- Pedir más (más leche, escóndete otra vez)
- Dirigirse a alguien (mamá, papá, abuela)
A partir de aquí, empezamos con un esquema claro de lo que debemos empezar a signarle.
Solo vamos a incluir inicialmente 4 o 5 signo como máximo. Una vez que estos estén asimilados iremos añadiendo de 3 en 3. Siempre esperando a que nuestro bebé los asimile bien y los ponga en práctica.
Y yo os pregunto “¿qué hace vuestro bebé cada día?”
Despertarse, dormir, comer, bañarse, jugar, cambiar pañal, etc., ¿verdad?
Pues por esas acciones cotidianas, de su día a día, vamos a empezar.
En el siguiente artículo os contamos los beneficios del uso de la lengua de signos con nuestro bebé.
Para finalizar, os dejamos el cuento de la Caperucita Roja expresado a través de la lengua de signos:
Para más información podéis contactar con nosotros en avalle@sinoconsultoriayformacion.com