El labio y el paladar hendido (LPH) son deformaciones congénitas de la boca y del labio. Dichas fisura ocurren cuando ciertas partes y estructuras del cuerpo no se fusionan durante el desarrollo fetal afectando el labio o el techo de la boca (paladar). El tiempo crucial de desarrollo de la cara y de la cabeza de un feto es entre la tercera y doceava semana de embarazo; el labio se forma entre las ocho y diez semanas después de la concepción, y el paladar usualmente se fusiona entre la semana diez y doce.
Es muy importante que una mujer durante sus primeros dos meses de embarazo empiece a tener ciertas precauciones como evitar bebidas alcohólicas, así como el consumo de drogas y el tabaco. Intentar evitarlos dos meses después de la concepción puede ser muy tarde para los efectos negativos que pueden dar como resultado el padecimiento de labio y paladar hendido.
La mayoría de los expertos concuerda en que las causas del labio y paladar hendido son multifactoriales, puede ser por predisposición genética, infecciones o también por falta de vitamina B durante el embarazo, en específico del ácido fólico.
Una mujer está en mayor riesgo de tener un bebé con un labio y paladar hendido si está expuesta a ciertos medicamentos, químicos, enfermedades infecciosas y agentes ambientales que pueden perturbar el desarrollo normal del feto. Estos elementos son conocidos como teratógenos; algunos ejemplos incluyen: alcohol, cocaína, cigarros, medicamentos para convulsiones, talidomida, quimioterapia, radiación, litio, solventes orgánicos, químicos, plomo, gases anestésicos y mercurio orgánico.
Las fisuras son un defecto de nacimiento común y se estima que más de 170.000 bebés nacen cada año con fisuras en países en vías de desarrollo. Existen varias opiniones en cuanto la incidencia de las fisuras, pero la mayoría de los expertos concuerda en que depende de la raza. Algunos dicen que las incidencias más altas son entre los asiáticos (aproximadamente uno en 500 nacimientos), los caucásicos (personas de piel blanca o europeos) tienen una incidencia promedio de uno en 700 nacimientos y los individuos de ascendencia africana tienen el más bajo índice con aproximadamente uno en 1.200 nacimientos.
El labio y paladar hendido puede ser unilateral (involucrando solo un lado de la boca) o bilateral (involucrando ambos lados). La buena noticia es que el labio y paladar hendido tiene tratamiento.
La mayoría de los expertos en LPH están de acuerdo en que generalmente la fisura de labio debe ser corregida alrededor del tercer o sexto mes después del nacimiento. El paladar hendido tradicionalmente se opera entre los 9 y 18 meses de edad; esto depende de la severidad de la fisura y otros factores, pero un niño puede tener varias cirugías en sus primeros veinte años de vida.
Un equipo de expertos médicos debe estar involucrado en el tratamiento de los niños con labio y/o paladar hendido, ya que este defecto puede afectar su nutrición, lenguaje, audición, desarrollo dental, apariencia física y autoestima.
Fuente de las imágenes: smiletrainlatinamerica.org