Un niño o una niña, desde el momento que nacen, son como una esponja y no sólo por lo que beben, sino porque están ansiosos por empaparse de conocimientos. Uno de los grandes retos para los peques, a parte de aprender a andar, es decir adiós al pañal y hola al orinal. Un gran reto para los niños pero aún más para los padres.
¿Cómo debemos ayudar a nuestro pequeño? Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que el abandono del pañal no es una imposición o una obligación de los padres, sino que tenemos que verlo como algo divertido y hacer que los niños nos vean contentos y satisfechos con sus progresos. Recordad que el pequeño debe estar motivado y afrontarlo como un paso más en el proceso de hacerse mayor.
No debemos estar recordándole “¿quieres hacer pis?” cada minuto, porque sino lo verá como una imposición de papá o mamá. Lo mejor será fijar unas “citas” con el baño como por ejemplo al levantarse, después del baño… En estos momentos le pediremos que se siente en el orinal durante un ratito y le acompañaremos para que no se sienta desprotegido. Además lo que sí le debemos recordar es que nos tiene que avisar cuando tenga ganas de ir al baño porque así lo hacen los niños mayores.
Papás y mamás, ¡no os desesperéis! Es un proceso muy largo y la mayoría de los niños controlan el intestino antes que la vejiga, lo que quiere decir que en muchos casos seguirán mojando los pantalones, el suelo e incluso la cama durante un largo tiempo.
En esos casos no hay que regañarles, todo lo contrario, hemos de premiarles cuando lo haga bien, y cuando falle, pues darles ánimos y decirles que no pasa nada.
Lo más importante es no mostrar indiferencia y tomar una actitud tranquila ante la nueva situación. Hay que valorar su esfuerzo y premiarles con pequeñas recompensas como una excursión, una tarde con papá y mamá en el parque o su comida favorita. En resumen, estamos ante un hecho inevitable en el proceso de crecimiento y debemos esperar con paciencia el tiempo que el niño necesite. Siempre debemos pensar y transmitirle que él o ella puede hacerlo, y va a conseguirlo.
Así que padres y madres que os veáis en esta situación, ánimo que todo pasa y seguro que no es tan grave como parece. Y los que ya lo habéis pasado… ¿qué tal la experiencia? ¿Cómo os fue? ¿Os costó mucho? Dadnos vuestra opinión que así ayudaremos a papás y mamás en la misma situación.
Espero que os haya gustado, gracias por estar ahí.
Un besote.