A todas las mamás del mundo

A todas las mamás del mundo 4 mayo, 2016

¡Hola, madres de todo el mundo! Con la reciente celebración del Día de la Madre me he animado a escribir finalmente! Mi nombre es M José Cucarella, Coordinadora de Eventos, RRPP, y bloguera, Madre de Eva de 14 años y de Marta, de 10.

¿Qué podría contaros de mis hijas? Que son lo más valioso que tengo y además he tenido suerte. Me refiero a que son aplicadas en los estudios. Por supuesto, siempre es una suerte ser madre: los hijos son verdaderos maestros de vida.

Son diferentes entre ellas claro, a Marta quizá le cueste un poco más en el colegio, pero es muy creativa, le encanta jugar al basket y con sus muñecas a profesoras. Conmigo juega a que es mi compañera de trabajo, trabajamos supuestamente en una tienda de cosméticos y también somos vecinas, ¡madres de todos sus muñecos! Por cierto, Marta es toda una madraza. El otro día se enfadó conmigo y simuló que me despedía del trabajo. (Se enfadó porque no se salió con la suya, por supuesto). Tiene carácter y eso me gusta.

En cambio, Eva es muy responsable, no es necesario organizarle el estudio. Acaba de volver de Londres de viaje de estudios y ¡está radiante!

Siempre me asustó la adolescencia, pero tal vez por mi forma de ser la estoy disfrutando muchísimo. Por mi trabajo me considero una mujer abierta, flexible y cercana.

Comparto con ellas mis aventuras, mis alegrías y mis penas. Hay quien me dice que no les cuente las cosas tristes, pero yo no estoy de acuerdo con esto. ¿Tú que piensas?

Hasta aquí todo de película de Walt Disney… pero no siempre fue así. Cuando nació Eva, año 2001, yo no estaba preparada para ser madre, lo reconozco. De hecho es la primera vez que escribo sobre ello. ¿Por qué ahora puedo hablar sobre ello? Porque por fin me he perdonado de no haber sido una madre perfecta en aquellos primeros años.

Admito esto pretendiendo que otras madres, que las hay, con problemas emocionales que se arrastran tal vez de una infancia o juventud difíciles, y que en este momento están luchando por sus hijos, como yo lo sigo haciendo, entiendan que para dar lo mejor de nosotras, primero debemos aprender a amarnos a nosotras mismas, de otro modo es muy difícil. Es esto lo que yo aprendí en aquellos duros años.

Así que, si te encuentras en una situación difícil y con hijos, haz por cuidarte, lee mucho, pide ayuda, porque sentirte plena y sentir el amor de y para tus hijos, es indescriptible.

Por otro lado, relájate. Nuestros hijos se adaptan a las circunstancias. ¡Y nada permanece igual para siempre!

¡Un fuerte abrazo!

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