El TDAH infantil, en la mesa

El TDAH infantil, en la mesa 21 abril, 2016Deja un comentario

Si eres papá o mamá de un niño con TDAH, muchas situaciones diarias suponen un reto para vuestra familia. Vuestro hijo se desconcentra, salta de una actividad a otra con una velocidad que cuesta seguir y se muestra impulsivo, poco paciente y, a ratos, desafiante. Como no podría ser de otra manera, su problemática puede reflejarse en la alimentación. Si es tu caso, este reto se suma al que ya tienes, de modo que queremos ayudarte brindando información y sencillos consejos.

Niños con TDAH inapetentes

Para una nutricionista es común encontrarse con la queja de que los niños no comen lo suficiente o, al menos, no como consideran los padres que deberían comer. Esta queja aumenta mucho cuando el niño que traen a consulta es un niño con TDAH. A este problema suelen sumarse miedos a determinados alimentos, preferencia nocturna por la comida o desorden en las horas de comer. Si la desnutrición es real, es importante que, codo a codo con la nutricionista y la psicóloga, se vaya encontrando poco a poco la solución.

Es importante tener en consideración que el Metilfenidato, Concerta o Atomexetina, fármacos habitualmente recetados a niños con déficit de atención, provocan una disminución del apetito, pues esta característica entra dentro de sus efectos secundarios.

Niños con TDAH con ingesta compulsiva

Pero también podemos encontrarnos con el caso contrario en niños con TDAH que, al estar excitados y nerviosos en las comidas, pueden llegar a comer de forma compulsiva, rápida o caprichosa. Esto puede predisponer a la obesidad y también sería foco de trabajo conjunto con la psicóloga y la nutricionista.

Consejos de alimentación para niños con TDAH

Por lo pronto, vosotros podéis comenzar a intervenir en esta situación con alguno de estos consejos.

Siempre es buena idea, en general con todo niño, pero en particular con niños con TDAH, crear un ambiente determinado en las comidas, que puede conseguirse eliminando las distracciones y comiendo con ellos en un ambiente agradable, también resulta muy útil comer siempre a la misma hora y en el mismo lugar. Suele ayudar el ir incorporando poco a poco y sucesivamente los alimentos que quieran introducirse, así como las diversas presentaciones y texturas. Y, para estos niños como para cualquier otro, respetar la cantidad de comida que el niño necesita comer: si es poco comedor, puede comer poco ya que, si come más o menos variado, no pasa nada. Otra indicación fundamental es que haya paz en la mesa; sabemos que es difícil, pero un ambiente de tensión durante las comidas dificultará aún más las cosas.

Si con estas indicaciones la situación no mejora, no desesperéis. El trabajo conjunto de la psicóloga y la nutricionista con la familia y el niño aporta grandes resultados.

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