Sabemos que disfrutas conduciendo. Cuando estás al volante te sientes en tu medio natural y te mueves por el asfalto como pez en el agua. Disfrutas con cada metro recorrido, con cada curva que dejas atrás y con cada paisaje que contemplas desde tu asiento.
Y ahora que tienes hijos, conducir es mucho más que una experiencia personal. Es un acontecimiento familiar que te convierte en alguien mucho más responsable y, en definitiva, en mejor conductor, porque esas personitas que llevas en el asiento de atrás están a tu cargo, bajo tu protección. Ahora eres su héroe, esa persona que les lleva de un lado a otro y convierte cada trayecto en coche en toda una aventura. Pero no una cualquiera, sino aquella en la que ser responsable debe ser la bandera que ondee en la particular nave fantástica que es el coche para tus hijos. Y esta responsabilidad tiene que estar presente de varias maneras:
- Por un lado, no hay que olvidar jamás que nuestros pequeños son grandes imitadores, y su principal figura de referencia a la que copiar todos sus gestos y comportamientos somos nosotros, sus padres. Este principio no iba a ser menos en el interior de tu vehículo, por lo que te recomendamos que seas todo un ejemplo de conducta al conducir. En el futuro ellos te lo agradecerán, y para ti su buen comportamiento al volante será la mejor recompensa.
- Por otro, como no todo va a depender de ti en vuestros trayectos en coche, es necesario tener en cuenta que a veces puede surgir cualquier imprevisto en la carretera, así que lo mejor en estos casos es prevenir y estar seguros de que siempre va a haber alguien ahí que vele por toda la familia.
Por eso, te recomendamos que garantices al máximo su seguridad contratando un buen seguro de coche, preferiblemente a todo riesgo. Así conducirás con toda la tranquilidad del mundo sabiendo que, pase lo que pase, tus pequeños estarán siempre protegidos.