El instinto de protección es innato a las madres. Nos gustaría poder evitar que nuestros hijos sufrieran. Pero es imposible. Aunque es igualmente cierto que en muchas ocasiones ese instinto nos lleva a la sobreprotección. Esta sin duda nos es nada beneficiosa para ellos, de hecho los niños a los que se les da autonomía tienen un mejor desarrollo, según indica un reciente estudio.
Ayudar a los niños
La Universidad de Montreal ha llevado a cabo un interesante estudio sobre los beneficios de dotar a los niños de una cierta autonomía. Para ello se contó con la colaboración de 78 madres y sus hijos. Los autores los visitaron en sus propios hogares dos veces: la primera, a los 15 meses de vida del pequeño; la segunda, a los 3 años. Cada una de ellas tuvo una duración de entre 60 y 90 minutos, y en ellas se les pedía a las madres que ayudaran a sus hijos a realizar algunas tareas relativamente complicadas para ellos, como construir una torre cuando eran más pequeños o completar un puzzle a los 3 años, mientras se observaba cómo interactuaban las madres con los pequeños.
Luego se evaluó a los niños mediante unos juegos adaptados para revelar la habilidad del pequeño para postergar la gratificación, su memoria y la capacidad de pensar en varios conceptos al mismo tiempo.
Mejor los niños con más autonomía
Las mejores puntuaciones las obtuvieron aquellos niños a los que sus madres les promovían una conducta más autónoma. La directora del estudio comentó que la autonomía de los niños mejora su función ejecutiva, que incluye una serie de procesos cognitivos para su desarrollo intelectual, social y psicológico. Así que se debería apoyar dicha autonomía enseñándoles a resolver los problemas por sí mismos y asignarles tareas a la medida de sus posibilidades. También se determinó que debe ser algo constante, ya que según varía con el tiempo la autonomía que se les concede, mejora o no su desarrollo.
Sin duda un estudio interesante. Ahora nos toca a nosotras, y a los padres también, ponerlo en práctica.