Según el estudio, los bebés nacidos en invierno tienen un desarrollo motriz más rápido que los nacidos en verano. La investigación ha sido llevada a cabo por la Universidad de Haifa (Israel), tomando como grupo de observación a 50 bebés recién nacidos en uno y otro periodo.
El estudio se desarrolló en las propias casas de los pequeños y a sus siete meses de vida, bajo los parámetros de la Escala Motriz del Infante de Alberta (AIMS). Se observó que los bebés nacidos en invierno empezaron a gatear y desplazarse a las 30 semanas, mientras que los nacidos en verano lo hicieron a las 35 semanas. No existían diferencias entre los bebés de sexo masculino y femenino, sino simplemente entre los nacidos en cada estación.