Muchas veces cuando me saturo con mis hijos, e incluso cuando sólo tenía uno, miraba a mi madre y le decía: “Mamá y tú, ¿Cómo hacías con cuatro hijos?” Y no sólo con cuatro hijos, sino que además, los tuvo seguidos y sin lavadora, sin lavavajillas, … Y ella siempre me responde: “Es que vosotros no erais así, los niños de hoy no son como los de antes”
Entonces yo pienso… nuestros hijos son unos histéricos, y yo recuerdo que tanto mis hermanos como yo, estábamos un poco atontados. Me imagino a los cuatro sentados tan tranquilos jugando o viendo Barrio sésamo. Por eso me pregunto que pasa que los niños de hoy en día. Y tengo mi propia teoría:
Pensad en el entorno en el que vivíamos nosotros y el entorno en que crecen nuestros hijos. Hasta que cumplí 12 años en mi casa sólo había una tele y además, era en blanco y negro. Ahora tenemos tele en color en varias habitaciones, tablets, móviles, Mp4, … un montón de tecnología a nuestro alrededor emitiendo luces y sonidos que despiertan la curiosidad de nuestros hijos y hacen que se activen como si les diéramos un chute de cafeína pura.
¿Y los dibujos? Sobre esto, tengo para un artículo entero. ¡Madre mía!
Además, si lo pensamos bien, las mamás de mi generación leemos mucho y estamos muy informadas. Y soñamos con tener el niño más listo, el mejor deportista,… y por supuesto que sea sano, eso lo primero. Así que intentamos hacer todo lo que se nos recomienda para que nuestros hijos sean “perfectos”. Teorías como la estimulación temprana o estimulación prenatal se convierten en ley para nosotros.
La estimulación tempana consiste en realizar una serie de actos, juegos, etc… con el objetivo de que a través de éstos, el niño desarrolle al máximo sus capacidades intelectuales, físicas y afectivas. Vamos, quiere decir más o menos que en cuanto el niño es capaz de ver, pues le empiezas a enseñar objetos de distintos colores, tamaños , etc… En cuanto el niño es capaz de coger objetos con las manos, pues enseguida le das cosas, blandas, duras, rugosas… Y muchas
otras cosas más. Un tipo de estimulación temprana muy frecuente es la realización de masajes, es algo genial. Al realizarlos despiertas todos sus sentidos, pero lo mejor es ese momento madre/padre frente a su hijo demostrándole todo el amor que siente por él a través de los masajes y la mirada. Pero para realizarlos hay que estar muy relajado. ¿Y qué padre/madre está hoy en día relajado? Muy pocos ¿Verdad? Yo recuerdo cuando le daba masajes a mi hija
pequeña. El primer día, muy bien, el segundo día también, pero a tercer día… se convertía en una obligación de la que a lo mejor no tenía tiempo. Así que, al final le daba masajes mirando la hora y pensando en todas cosas que tenía que hacer. Y mi nerviosismo no creo que le ayudara demasiado a mi pequeña.
Y vamos más allá, también existe la estimulación temprana prenatal. Entre otras cosas se trata de hacer el “pino puente” embarazada, para que el niño se dé cuenta de que cambias de posición y favorezca el desarrollo del equilibrio. O ponerle música, o luces…Todos estos estímulos atraviesan el abdomen de la madre y consiguen realizar respuestas sorprendentes en el feto. Pero pensadlo bien. El niño está tan tranquilo escuchando el dulce sonido del líquido amniótico a moverse y acompañado por el boom, boom del corazón de su mamá y de repente, luces o música, o… Vosotros ¿no os estresaríais? Yo estoy segura de que sí.
¿Os acordáis del Baby Einstein? Para todos los padres que como yo tenemos hijos nacidos en el 2007-2008 ¡Madre mía! El Baby Einstein era lo más. Consistía en una serie de DVDs que estimulaban la inteligencia de los niños con imágenes en movimiento y música clásica de fondo. Al final resultó ser una estrategia comercial y alguien demostró que no desarrollaba para nada la inteligencia de nuestros bebés. Yo no sé, si mis hijos son más inteligentes o no
por haber visto esos DVDs, pero qué bien iban para tenerlos entretenidos mientras fregabas o hacías la comida.
Al final, estimulamos tanto a nuestros hijos que lo que hacemos es educar a niños superdespiertos que ponen a prueba nuestro equilibrio metal, y en ocasiones son capaces de volvernos un poco locas. Por supuesto no debéis hacerle caso al título de este post. Sí que está bien estimular a nuestros bebés, pero no debe convertirse en una obsesión. Cada niño tiene su ritmo. Y en lo que se refiere al entorno, debemos hacer todo lo posible para que vivan en tranquilidad. Los niños son esponjas que absorben todo. Y si tú te estresas, él también. Así que busca momentos para ti, para relajarte, despejarte,… al estar más tranquila, tu niñ@ también lo estará.
Muchos besos y abrazos relajantes para mis fresas.
Angélica Álvarez (Mamá de fresa)
Imagen vía http://lilibaby-sweet.blogspot.com.es