Hay niños que rechazan el pescado, o determinados tipos de pescado, debido a su fuerte olor o particular sabor. Los padres, sin embargo, somos conscientes de la importancia de que nuestros hijos tomen pescado variado. Esta discrepancia genera tensión en la mesa y malestar en la familia. Por este motivo queremos explicaros cuánto pescado deben realmente comer los niños, de qué modo y de qué tipos.
Cuánto pescado dar a nuestros hijos
Las recomendaciones vienen en torno a ofrecer a nuestros hijos raciones de pescado entre dos y tres veces por semana. Como indicación general, es buena idea darles más pescado que carne. Pero esto no quiere decir que la única opción sea un enorme filete o porción de pescado que ocupe medio plato. Como todo, se puede combinar, disimular y complementar con otros alimentos que sean más apetecibles al niño, pues no es necesario que las raciones sean muy grandes para cumplir con las necesidades nutricionales. Aunque es importante que los niños vean un pescado entero – en la pescadería, por ejemplo- y sepan que viene del mar, etc… al principio puede disimularse en otras presentaciones para que vaya acostumbrándose al sabor, al igual que, en muchas ocasiones, hacemos los padres con las verduras. De todos modos, lo más importante es que nuestros hijos vean que en nuestro plato de adultos hay con frecuencia pescado. Aunque no lo creáis, antes o después se les despertará la curiosidad y algún día probarán algún pescado que hoy día ni soñáis.
Cuánto pescado azul y cuánto blanco
Otra duda frecuente está relacionada con el tipo de pescado que hay que ofrecer. Las indicaciones estarían relacionadas con la variedad. Una buena opción es alternar: una de azul, otra de blanco. El pescado blanco tiene poca grasa, esto es interesante. Pero la grasa que encontramos en el pescado azul es muy rica en Omega3, nutriente muy importante en el desarrollo. Por esta razón, simplemente varía entre ambos tipos, sin necesidad de ser estrictos. No hace falta que vuestro hijos coma diez tipos diferentes de pescado, ni que los pruebe todos si no le gustan.
El problema de los pescados grandes
Hace unos años que nos vemos obligados a tener en cuenta factores que antes eran ciencia ficción, pero que hoy en día se han convertido en una realidad. Uno de estos factores es el nivel de mercurio que se encuentra en determinados pescados. Los pescados de gran tamaño son habitualmente depredadores de pescados de menor tamaño, por lo que suelen ir acumulando en su cuerpo una cantidad importante de mercurio. Por este motivo, no está recomendado el consumo de pez espada, atún rojo, tiburón o lucio en niños menores de tres años o mujeres gestantes.
Pescado crudo
El problema del pescado crudo es de otro orden. En el intestino del pescado puede estar presente un gusano, denominado Anisakis, que, consumido crudo, es tóxico para el ser humano. De todos modos, como dar sushi no suele ser una forma habitual de presentar el pescado a nuestros hijos y, por otra parte, los gobiernos recomiendan y/o exigen congelar el pescado que se vaya a servir posteriormente crudo, con tomar la precaución de congelarlo antes de usarlo, será suficiente… en el caso de que a vuestros hijos les vaya esto del sashimi.