Tú pensabas que ibas a ser la fuente de la inspiración, la fuente de la sabiduría, la fuente del saber, que tú hijo iba a aprender solo de lo que tú le enseñas, y mira tú, que los niños tienen esas cualidades innatas que te hacen darte cuenta que ya tienen aprendidas muchas cosas de fábrica…
Ellos miran la vida con un asombro espectacular, observando cada cosa, vamos que yo le doy un peluchito, y lo mira, lo mira, le da la vuelta, lo mete en su boca, lo prueba (literal), lo vuelve a mirar, y se queda un ratito con él… ya después lo tira y ya…, pero primero ha flipado con cada pequeño detalle del peluchito, si nosotros , o al menos yo, fuéramos la mitad de observadores que un niño, no nos perderíamos tanto.
Ellos comen cuando les da la gana, cuando tienen hambre, los adultos nos empeñamos en unos horarios, incluso con ellos, pero si Matteo no quiere comer, te lo hace saber, es más, si lo sientas a comer, el abre la boca, pero te hace una pedorreta con la compota pringando toda la cocina(a modo de protesta, vamos como un indignado del 15M), hombre que si no quiero, no quiero, y oiga!!! Cuando quiere comer, también te lo hace saber, chilla, patalea, pone toda su pasión y todo su cuerpo en decirte que quiere comer. Vamos que nos enseñan a exigir con todas las fuerzas lo que se desea, y si los adultos fuéramos así (bueno lo de la pedorreta en la cocina no) otro gallo nos cantaría.
Siempre están ocupados en algo, si no están con un peluche, moviendo los pies, bailando, durmiendo, comiendo, siempre están haciendo algo, y claro siempre haciendo algo que les gusta en ese momento, que si no ya te lo hacen saber, y no les hace falta palabras.
Dormir cuando te apetece, Matteo de repente está despierto a las 3 de la mañana, pero no llorando, simplemente está ahí cogiéndose las plantas de los pies, porque eso es lo que le hace feliz ese momento.
Viven 100% en el presente, vamos que no me lo imagino yo pensando, «es que esta mañana la leche no estaba de mi gusto, vamos que creo que para la próxima la mezcla de la leche tiene que estar mejor», ni de broma,…ni me lo imagino pensando, «en mi próximo cumpleaños seré un poco más grande y considero que deberíamos hablar sobre mi fiesta de cumpleaños», no simplemente están ahora, aquí, 100%.
NO tienen rencor, vamos a veces se da un pequeño golpe con un juguete, o no le das la leche a tiempo y llora, chilla, te odia en ese momento, pero a los 10 segundos te mira, te abraza y se ríe, seguramente pensará que no vale la pena…