La transexualidad: un reto que no se elige

La transexualidad: un reto que no se elige 20 junio, 2016
La transexualidad en niños

Ser padre o madre implica ayudar a nuestros hijos a afrontar los retos que la vida le ponga por delante. Algunos de estos retos, no se eligen. Uno de estos retos es la transexualidad.

¿Sabes lo que es exactamente la transexualidad?

La transexualidad es la vivencia que tienen algunas personas de que su sexualidad está cruzada. Tú, cuando naciste en un cuerpo de niña, te sentiste niña, sin discrepancia. O si eres papá, te sentiste niño en tu cuerpo masculino, sin más complicaciones. Pero esto no siempre es así. Hay personas que nacen con atributos sexuales masculinos, pero se sienten niñas; o personas que nacen con atributos sexuales femeninos pero se sienten niños. Esto es la transexualidad: un sentimiento interno, definitivo, inapelable, de sentirse disconforme con el sexo que ha sido asignado al nacer.

¿Cuándo comienza a sentirse la disconformidad?

Entre los tres y los seis años de edad comienza a adquirirse la constancia sexual, por esto motivo, en este periodo, algunos de nuestros pequeños van a comenzar a tener estas inquietudes. Algunos las verbalizan, otros no. En función de la confianza que tengan con sus padres o en sí mismos, de los modelos que reciban del entorno o de la información imperante en el ambiente, se atreverán antes o después a airear sus inquietudes. Si se atreve antes, es mejor, pues pueden hacer el proceso con más libertad. Reprimirlo no es una buena idea, pues en este proceso es cuando se puede echar mano del refrán: “ lo que es, es”.

¿Te preguntarás: cómo reaccionar?

Los hijos necesitan de la aceptación incondicional de sus padres. Tanto como el aire que respiran. Da igual si tu hijo es transexual, o pecoso, o alto, o bajo, o introvertido, o movido. Tu hijo necesita sentirse validado emocionalmente por ti. Necesita sentir que no hay nada malo o incorrecto en él, que lo que siente es válido, apropiado, que él es valioso. Esta es la base. Si ves que tu hijo o hija quiere vestirse siempre con ropas poco comunes en su sexo, o llevar el pelo como habitualmente lo lleva el sexo contrario, o llamarse por un nombre de otro sexo, compréndele, infórmate sobre cómo actuar con psicólogos especializados. Tu aceptación, será su autoaceptación. Tu estima, será su autoestima. Tu percepción, será su autopercepción.

Te preguntarás: ¿y si se le pasa?

Es normal que te preguntes esto. Pero, si es transexual, no se le va a pasar. Cuanto antes haga la transición a ser tratado como el sexo hacia el que se orienta, mejor para su salud psicológica. No le fuerces a continuar en una identidad sexual que no comparte: no conseguirás que la acepte y perjudicarás su desarrollo emocional.

Te preguntarás: ¿cómo podría haberlo evitado?

Es una pregunta muy normal, nos la hacemos siempre que nuestros hijos se enfrentan a algo. Esta pregunta sólo dice una cosa de ti: quieres a tu hijo o a tu hija y te preocupas por él o ella. Pero, déjanos decirte que la respuesta es: no podrías haberlo evitado de ninguna manera, no hay nada que dependa o dependiera de ti, la naturaleza es más poderosa que nosotros. Tu hijo es lo que es, y no podría ser de otra manera. Tal vez sea extrovertido y conversador; reflexivo y prudente; imaginativo y soñador; realista y práctico; rubio y bajo; moreno y alto; o transexual. Ya está.

Te preguntarás: ¿cómo voy a llevar esto?

Claro que te preguntas esto. Siempre nos preguntamos esto cuando somos nosotros los que nos enfrentamos a algo. La clave está en la información: tu médico de cabecera te remitirá a los especialistas de la seguridad social sobre este tema, porque los hay. Puedes acudir también a un centro psicológico en tu ciudad o a asociaciones. Si necesitas recursos en tu ciudad, no dudes en contactar con nosotras para que te los facilitemos.

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