Puedes ir con tu familia al hotel escogido una semana en media pensión o pensión completa para disfrutar como se merecen de los desayunos, comidas y cenas buffet que tan impresionantes son en los grandes hoteles, especialmente los que incluyen cocina en vivo.
Pero a lo largo del día, son muchas las actividades que vas a querer realizar, los refrescos, cervezas y cócteles que vas a querer tomar junto a la piscina o en las relajantes terrazas de muchos establecimientos, algunas de ellas con exclusivas vistas al mar, a los valles y a las puestas de sol. La mayoría de hoteles han escogido su ubicación ¡por un buen motivo!
Si tu estancia familiar es únicamente para dormir y desayunar pero luego os montáis vosotros vuestras actividades diarias, los diversos tipos de pensiones o incluso contratar un estudio o apartamento con cocina independiente, servicio de limpieza y acceso a las instalaciones del resort contratado, es la opción ideal. Pero si lo que buscáis es una experiencia de total comodidad máxima o despreocuparos de tener a vuestros hijos continuamente pidiendo, el Todo Incluido va a significar una gran diferencia.
En la mayoría de los hoteles familiares vas a encontrar una gran oferta de Todo Incluido. En general, este interesante servicio suele incluir dos o tres comidas buffet, aperitivos y cócteles y meriendas en los bares y clubes de playa del hotel (especialmente helados para los niños), el acceso a la zona Spa y de relax y a grandes áreas infantiles, toallas de piscina, el minibar y amenities en la habitación…
Pero también encontrarás extras como picnics para pasar el día fuera, tumbonas y sombrillas en la playa, acceso al casino, restaurantes de carta, kayaks y pedalós, ciertas actividades deportivas, el periódico diario, albornoz y zapatillas, carta de almohadas, salida tardía… Todo aquello que te hace disfrutar de que, por unos días, sean a ti a quien cuiden.