Jugar es una actividad vital e indispensable para el desarrollo humano. Además de ser una actividad de autoexpresión para el niño/a, es una forma de autodescubrimiento, exploración y experimentación con sensaciones, movimientos y relaciones. Gracias al juego, los niños llegan a conocerse a sí mismo/a y a formar conceptos sobre el mundo. También ayuda a mejorar aspectos cognitivos, afectivos, sociales y psico-motores.
A través del juego, los niños afirman su personalidad y mejoran su autoestima. Aprenden divirtiéndose.
A continuación, destacamos tres aspectos imprescindibles para sacar el máximo partido al juego.
Elige el juego adecuado
Depende mucho de la edad. En cada una de las etapas el niño/a va a desarrollar una serie de funciones, y es importante que cuente con los juguetes más apropiados para ayudarle a conseguirlo.
Los niños con discapacidad
En el caso de niños/as con discapacidad, el juego y las actividades lúdicas cobran, si cabe, una importancia aún mayor. Aunque sean pocos, ya existen algunos juguetes especiales adaptados a las necesidades propias de cada niño/a.
El lugar es esencial
Es importante jugar en el lugar adecuado. Se recomienda acomodar la habitaciones de la casa o del colegio destinados a este fin, con el objeto de propiciar el juego de una forma segura, tanto física como psíquica.
Inmaculada Alventosa Luna, psicóloga infantil.