Estos días hemos tenido la suerte de poder salir de vacaciones, bueno de mini-vacaciones. Éste no es nuestro primer viaje con el bebé, es ya el segundo, y ya creo que puedo escribir un pequeño decálogo sobre lo que pasa al viajar con niños en el avión:
1. ¡Se tiene que preparar el viaje con mucha antelación! Es primordial y el poco tiempo que tienes para prepararlo es directamente proporcional a la úlcera de estómago que te puede entrar por los nervios, al menos a mí.2. Hace días escribí una entrada que hablaba de lo que nos solíamos llevar cuando salíamos con el bebé, pues para viajar es el triple o cuádruple, vamos que en uno de bajo coste lo tendrás difícil. Llevarás comida, ropa y pañales como para abastecer una campaña anual de médicos sin fronteras, pero claro, …por sí acaso…..
3. No utilizarás ni el 1% de todo lo que lleves, hay dos estudios de la universidad de Massachusetts y 3 de la universidad de Cincinnati que lo demuestran.
4. El del control de seguridad te dirá que metas el carro y maxicosi por la máquina pequeña, y tú le dirás que no cabe, pero como tienen una cabeza como la península de Crimea, lo intentará, y te dirá, -tiene usted razón, vamos por la máquina grande (pasa en el 100% de los casos de vuelos con bebé y carro). La primera vez llevaba yo al niño en brazos y la madre iba con el carro, y me dicen los de seguridad, – no es más lógico que la madre lleve al niño y tu el carro? Y yo….(sonido de grillos) no sé…. ¿Por qué?…. ¡¡¡Yo soy el padre!!! mira nuestros mofletes…
5. Siempre dicen «pasajeros con niños, pasen primero». Yo antes pensaba- qué jodidos, qué suerte tienen, yo esta vez ni siquiera fui, no me lo creía, incluso nos fueron a buscar y no tuvimos que hacer la cola, fue maravilloso, estupendo, genial, una experiencia religiosa. Llegamos los primeros al autobús.
6. Los primeros que suben al autobús son los últimos que salen del mismo , por lo tanto los últimos a subir al avión, ainsssss…..
7. Al bebé hay que ponerle la chupa o darle el biberón cuando se está despegando y aterrizando (por los oídos), si no lo haces te enterarás, el bebé llorará en un sitio cerrado con 60 o 70 pasajeros que te mirarán con cara de pocos amigos. En el primer viaje, una vieja me miró con cara de asesina cuando íbamos bajando y no sabíamos lo de los oídos, yo le dije amablemente, – señora, si le molesta,bájese (risa malvada en mi interior).
8. Una vez aterrizas (a no ser que le hayas puesto la chupa y no haya pasado nada) la gente del avión te hará comentarios del tipo «vaya pulmones», «sirve para tenor», y pensarás, y tú vales para ….. bueno mejor me callo.
9. Una vez llegas, pensarás,»pues no fue para tanto», esto de viajar está chupado, ahora me voy a buscar mis 17 maletas, una mía y de mi mujer y las demás con las cosas estrictamente necesarias para el bebé.
10. Creo que no se olvida nada, sólo hay que estar tranquilos, ponerle la chupa o bibe al despegar-aterrizar y disfrutar del viaje que uno de cada dos viajes es feliz y tranquilo. Y si te toca que llore, intentar estar tranquilos o te levantas y le das al niño a una azafata, y te metes en el baño hasta que aterrices y decir -señorita es que la chocolatina que regalan estaba en mal estado, hay que ver… Con lo caros que tienen los pasajes.