¿Dar o no dar el pecho?

¿Dar o no dar el pecho? 10 septiembre, 2015

La lactancia materna es la mejor elección para la mamá y para el bebé. También es cierto que en determinados casos pueden existir ciscunstancias físicas o emocionales que la dificulten. En estas sitauciones puede recurrirse con toda tranquilidad a la lactancia artificial.

Antiguamente había una cultura tradicional de la lactancia. Las mamás recién paridas habían visto a lo largo de su vida a muchas mujeres dando pecho, habían asimilado inconscientemente la postura, la frecuencia, el modo de dar de mamar… Por ello, cuando eran madres, alimentaban naturalmente a su bebé a demanda, como hace cualquier mamífero. Si surgían problemas, estaban las amas de cría,que ayudaban a mamás que había tenido problemas y no podían dar el pecho a sus hijos por el motivo que fuera.

En la década de los sesenta, cuando la promoción masiva de la leche artificial provocó una crisis generalizada en la lactancia materna, el biberón comenzó a sustituir a la lactancia materna. Como consecuencia de esto, los bebés no podían consolarse con la succión del pezón, como lo hacen todos los mamíferos, y entonces proliferaron los chupetes. Los biberones ya no se daban a demanda como necesitan los bebés y las mamás dejaron de recibir modelos de cómo y cuándo se da el pecho. Esto comenzó a acarrear numerosos problemas.

Ante esta situación, en la década de los noventa comenzaron a realizarse investigaciones sobre las diferencias entre lactancia materna y  lactancia artificial. Los resultados fueron abrumadores y se comenzó a recomendar la reintroducción de la lactancia materna como modo de alimentación de primera elección para los bebés. Desde entonces las evidencias sobre las ventajas de la lactancia materna no han hecho sino crecer, aunque aún existe presión comercial en favor de la leche artificial. En abundantes hospitales aún separan al bebé de su madre, e interfieren así con el momento más crucial para la consolidación de la lactancia materna. Si además se introducen al bebé tetinas, chupetes y biberones en las primeras horas o días, se confunde a la cria sobre la forma adecuada de succionar el pezón. Esto provoca problemas de agarre, bebés que no ganan peso y mamás angustiadas en un momento emocional y físico muy vulnerable. Esta variable pueden comprometer fácilmente una lactancia.

Os animamos a leer sobre lactancia materna antes de ser mamás, no esperéis a dar a luz. En vuestros centros de salud os pueden ayudar. Cuando seais mamás, dejaros llevar por vuestro propio instinto como madres, desnudaros ante vuestra cría y alimentadla como os salga del corazón… y del pezón.

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