En muchos casos los síntomas de los celos son evidentes, no obstante, en otras ocasiones, los celos en los niños se pueden confundir con otros trastornos o enfermedades físicas, impidiendo a los padres detectar si se trata de algo real o emocional.
- Una agresividad mayor
- Muestran reticencia a ir al colegio
- Vuelven a hacerse pis en la cama
- No paran de lloriquear
- Intentan llamar la atención del adulto a todas horas
- Son desobedientes y negativos
- Su apetito disminuye
- Se produce una alteración del sueño y empieza a necesitar compañía para dormirse
- Sus cambios de humor sin motivo aparente son constantes
- No quieren hablar del bebé y lo ignoran
- Adoptan comportamientos infantiles que ya no corresponden a su edad: hablan con voz o palabras infantiles.
Si observas alguno de estos síntomas en tu peque, intenta comprenderlo sin culpabilizarlo de manera directa. Estas conductas irán desapareciendo con el tiempo. A continuación te detallamos cómo debes actuar:
- Si informas al niño de la llegada de un bebé a la familia, se adaptará con mayor facilidad a los acontecimientos.
- Elogia las cosas que hacen bien y reforzar su autoestima y emplea más premios y estímulos que castigos y amenazas
- Es necesario que el niño se sienta querido y explicarle que nadie le va a quitar su puesto.
- Recuérdale cómo eran ellos de pequeños, enseñarles fotos, cuéntale qué cosas hacía.
Inmaculada Alventosa Luna, psicóloga infantil.