¿Cómo comunicar a los hijos que los papás se separan?

¿Cómo comunicar a los hijos que los papás se separan? 24 febrero, 2016

Toda pareja con problemas serios de relación que baraja la posibilidad de plantear o no una separación se hace estas preguntas: ¿cómo afectará a mis hijos?, ¿qué cuestiones prácticas tengo que tener en cuenta? En un mundo ideal, las parejas se llevan bien, tienen buena comunicación, tienen perspectivas similares sobre la vida y se quieren. Idealmente, esto es lo mejor para los hijos… y para los padres.

Razones para separarse

Pero, en el mundo real, en ocasiones las parejas no se llevan bien, tienen serios problemas de comunicación, están frustrados el uno con el otro por concepciones opuestas de la vida o ya no se quieren. Separarse afectará a los hijos, cómo no; pero quedarse juntos y chillarse, no darse afecto, tener tensiones frecuentes en casa y ser infelices, también. Por este motivo, si se plantea la separación, hay formas de abordar esta cuestión, y todo lo relacionado con ella, con los hijos.

Cómo comunicar la separación a los niños

Una de las primeras cuestiones que la pareja debe tener claro antes de comunicarlo a los hijos es algo tan sencillo como que la decisión esté bien meditada y no sea fruto de un momento de tensión. Esto, que parece obvio, en ocasiones no lo es, y los psicólogos observamos muchas veces en consulta que los padres han hecho llegar a los hijos en repetidas ocasiones el mensaje de que se van a separar, sin llegar a hacerlo: esto provoca mucha tensión e incertidumbre en los niños:

  • Primero hay que pensarlo, tenerlo claro, planificarlo entre los dos, decidir todos los detalles prácticas y, por último, comunicarlo a los hijos.
  • La segunda cuestión sigue teniendo que ver con reducir la incertidumbre de los pequeños: ellos han de saber cómo va a ser su día a día a partir de ese momento, dónde estarán, cuánto, con quién, si cambiarán de colegio, etc… Por eso es importante que los padres lo tengan lo más definido y acordado posible antes de comunicárselo a los hijos.
  • Una tercera cuestión importante es la escenificación del momento y la elección de las palabras y el tono: los hijos deben vernos enteros, respetuosos entre nosotros mismos y tranquilos. Los papás ya no nos queremos como pareja, pero siempre os querremos como hijos, seguimos siendo una familia pero estructurada de otra manera. Algo así, puede servir de orientación.
  • La cuarta consideración es atender adecuadamente al malestar emocional y los enfados de los niños como reacción a la noticia. No hay que castigarles ni enfadarse porque se lo tomen a mal. Es normal que estén tensos. Lo importante es escucharles y dejar que se desahoguen y pregunten.

¿Qué es la patria potestad?

A la hora de separarse es importante estar informado sobre algunos términos. Uno de ellos es el de patria potestad. Cuando los papás se separan, salvo casos extraordinarios en los que un juez lo acuerde de otra manera, ambos padres ostentan la patria potestad, pues ésta no es más que la capacidad que ambos padres, por el hecho de serlo, tienen de decidir sobre los hijos y representarlos, a la vez que los derechos que como padres tienen sobre ellos también. Es algo así, como una responsabilidad general sobre los hijos, que corresponde a ambos progenitores.

¿Qué es la guardia y custodia?

La guardia y custodia, sin embargo, se refiere más a aspectos específicos del día a día de la familia: quién convive con los hijos, los cuida y los asiste. Esta guarda y custodia se puede atribuir a uno de los cónyuges o al otro, pero también a los dos o a una tercera persona. Es, pues, independiente de la patria potestad.

¿Qué es la custodia compartida?

En la Comunidad Valenciana (España), desde mayo de 2011, la custodia compartida suele ser la elegida por defecto por parte de un juez en los procesos de separación. Implica que ambos progenitores pueden ejercer en las mismas condiciones la guarda y custodia de los hijos. La forma concreta en que se distribuya el tiempo que pasa el niño con cada padre se va a hacer siempre en beneficio del menor, para lo que se llegará a acuerdos en función de las disponibilidades y circunstancias particulares de cada progenitor.

Si no se tiene una custodia compartida, el progenitor que no tiene la guarda y custodia sigue teniendo derecho y responsabilidad sobre las visitas y estancias de su hijo con él, según un régimen de visitas establecido, o bien de forma amistosa según un convenio regulador o de forma judicial con el dictamen de un juez.

El régimen de visitas

Cuando no se tiene custodia compartida, un régimen de visitas habitual suele ser el de fines de semana alternos desde la salida del colegio del viernes hasta el domingo antes de cenar, más uno o dos días entre semana con o sin pernocta y la mitad de todas las vacaciones anuales.

Cuándo recurrir a la mediación familiar

Como es lógico, todas estas decisiones y cambios no son fáciles de gestionar de manera relajada por parejas que tienen alto nivel de conflicto. En este caso, se puede recurrir al psicólogo para que efectúe mediación familiar. El psicólogo les ayudará a llegar a acuerdos y reorganizar su relación como padres que son, de modo que la separación no sea una dificultad para mantener una buena relación entre el hijo y ambos progenitores.

 

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