Mentalidad ganadora

Mentalidad ganadora 10 junio, 2016

A mis 43 años he aprendido la importancia que tiene el ser optimista y tener una mentalidad de Ganadora. Y yo me pregunto: ¿puedo inculcarles ya a mis hijas de 10 y 14 años esta mentalidad?

Yo creo que sería un buen regalo para ellas, ayudarles a alcanzar su máximo potencial. Desde luego soy una de esas madres que no pretende que realicen mis sueños, sino los suyos. Me limito a observarlas. Me pregunto por sus intereses, me fijo en qué actividades destacan, converso con ellas acerca de todo esto, y en la medida en que se puede, practican diferentes actividades para conocer cuáles son esas áreas donde mejor se sienten, para las que tienen ya algún talento innato, y sobretodo con las que son felices.

A mí por ejemplo, me encanta bailar, pienso hubiera sido una buena bailarina. Pero eran otros tiempos cuando pude haber empezado a bailar, y durante muchos años culpé a mis padres por no haberme matriculado o tan siquiera haber hablado de ello. Entiendo que esto nos pasa a todas, que las carencias que hemos podido tener, evitamos a toda costa que las sufran nuestros hijos.

Ahora entiendo que mis padres también hicieron lo mejor que pudieron con la educación que tenían y la información con la que contaban en ese momento. ¡Afortunadamente son otros tiempos!

Nosotros podemos conseguir que nuestros hijos destaquen en aquello que mejor se les da, y consecuentemente sean felices. Para ello yo considero de vital importancia un par de lecciones. Lecciones de vida que deberían enseñarles en la escuela, para que sean más sabios que nosotros manejando las dificultades de la vida.

Aprender a cuestionarlo todo

Una mente joven y débil es vulnerable. Es indispensable enseñarles a tener un criterio definido y a cuestionarse todo, sobre todo mensajes autoritarios de personas de su entorno. Cito tres libros que a mí personalmente me ayudaron muchísimo!

  1. Tus Zonas Erróneas, de Wayne Dyer
  2. 7 Hábitos de las Personas Altamente Efectivas, de Stephen Covey
  3. Cómo Ganar Amigos e Influir Sobre las Personas, de Dale Carnegie

Cuestionarse las cosas no es pelear. Se puede cuestionar a un jefe en el trabajo por ejemplo, sobre una orden para entender su objetivo. Si estás en un ambiente laboral donde las preguntas son bienvenidas y la comunicación es abierta, enhorabuena, estás en un magnífico lugar de trabajo!

Aprender Inteligencia Emocional

La inteligencia emocional es la habilidad para percibir, entender y controlar las emociones propias y de otros. Manejar las dificultades de manera pacífica, encontrando causas y soluciones, y no reaccionando bruscamente. Con inteligencia emocional, es mucho más fácil ser estables, tener paz, entender los ciclos de la vida y no sentir ansiedad.

Muchos de nosotros hacemos todo lo contrario porque no tenemos inteligencia emocional: cuando juzgamos a otro, sentimos culpa, lloramos, gritamos, peleamos, queremos tener siempre la razón, manipulamos, competimos y con todo esto vivimos en completa ansiedad. Tiene que haber una mejor forma de vivir.

Se tiene inteligencia emocional cuando:

  • Conoces con exactitud tus fortalezas y debilidades. Te enfocas en lo que eres bueno.
  • Eres fiel a ti mismo. No tratas de ser alguien diferente ni complacer a otros.
  • Te alegras con los éxitos de los demás. No sientes envidia.
  • Estás en paz con tu pasado. No te asusta el futuro. Vives en el ahora.
  • Escuchas y entiendes a las personas, antes de reaccionar agresivamente.
  • Puedes identificar cuando algo te molesta y cuando sientes ansiedad o rabia. Sabes qué hacer para manejar esas emociones y no dejas que te controlen.
  • Te gusta ayudar a los demás porque entiendes que todos somos uno.
  • Eres persistente y entiendes que lo bueno lleva su tiempo. No te rindes rápidamente.
  • Sabes decir NO con seguridad a las cosas y personas que no van con tus principios y valores.
  • Tienes metas claras y vives con propósito para cumplirlas.

¡Sería maravilloso vivir así!

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