La tos es los niños es un síntoma que suele ser común, su presencia no tiene porque indicar un problema de salud mayor. La tos, principalmente, es un reflejo para mantener limpias y abiertas las vías aéreas y puede ser muy molesta, sobre todo si es duradera y se agrava por las noches. Esto puede desencadenar un empeoramiento del sueño y por lo tanto afectar al día a día de los más pequeños y a sus actividades. El descanso de los padres también se vería afectado por este problema.
Para tratar la tos de los niños de forma adecuada lo más conveniente es saber cómo saber que la tos que tiene en ese momento debe preocuparte, y por tanto deberías acudir a un médico.
Según la zona de las vías aéreas que está afectada la tos puede sonar diferente, así mismo su causa y tiempo de duración también depende de ello. En las infecciones respiratorias altas que son las que afectan a nariz y faringe, la tos aparece como un picor o irritación en la garganta. En caso de que la zona afectada sea la laringe es una tos más profunda. Si al toser el pequeño tiene un silbido o pitido la infección respiratoria estará en las vías inferiores, puede ser síntoma de asma o de algún cuerpo extraño que las bloquea.
En un primer momento la tos es seca, pero después se convierte en tos productiva, que beneficia la expulsión del moco. Cuando son pequeños, los niños no saben cómo eliminar el moco y frecuentemente se lo tragan.
¿Como puedo tratar la tos del niño?
Para eliminar la tos hay que tratar la causa que la produce, poco a poco irá desapareciendo puede tardar incluso semanas. Para aliviarlo puedes utilizar varias cosas:
- Un jarabe –consulta a tu pediatra sobre si está indicado para tu pequeño y cuál debe tomar en su caso- para tratar la tos y la mucosidad.
- Puede tomar miel para suavizar la garganta y también bebidas frescas y dulces sin gas.
- En caso de laringitis es eficaz el vapor, puedes abrir el grifo del agua caliente mientras la ducha y ese vapor le ayudará a respirar mejor.
¿Cuándo debo acudir al médico para mejorar el tratamiento?
En caso de que tu hijo no pueda respirar con normalidad o lo hace más deprisa, será necesario acudir al pediatra. También en caso de que los labios o la lengua se pongan de color azul oscuro o si se oyen silbidos al expulsar el aire.
Si presenta fiebre y tiene menos de tres meses, o tiene más edad y la fiebre persiste durante 72 horas. Siempre recuerde acudir al médico ante la mínima sospecha de que algo no va bien o en caso de presentar dudas ante algún tratamiento.