En ocasiones nos surgen imprevistos de última hora que nos impiden cumplir los compromisos que previamente habíamos adquirido. La mayoría de las veces no sucede nada, la otra parte entiende las circunstancias y ya está. Pero hay ocasiones en que no nos encontramos con tanta comprensión. Si no, que se lo pregunten a estos padres británicos.
Aceptó la invitación
Julie Lawrence se había esmerado en preparar la mejor fiesta de cumpleaños para su hijo. La organizó en la pista artificial de esquí de la ciudad de Plymouth. Alex Nash un niño de 5 años había aceptado la invitación para ir a la fiesta. Pero en el último momento no pudo asistir, puesto que debía visitar a sus abuelos.
A Julie le sentó muy mal que el niño, en este caso sus padres, no avisarán de la ausencia. Así que redactó con cuidado una factura del coste de haber invitado al pequeño a la fiesta de cumpleaños, con todos los detalles y el número de cuenta bancaria, y se la metió al niño en su mochila, dentro de un sobre marrón. Los gastos eran de 16 libras, unos 20 euros.
La madre amenaza con denunciar
Al padre de la criatura le sentó muy mal esta manera de actuar y se negó a pagar. Julie sin embargo argumentaba que si se le hubiera avisado con tiempo se hubiera ahorrado dicho dinero, y que para ello disponían de todos los datos, ya que venían en la invitación. Además amenazó con denunciar a los padres si no se hacían cargo de la factura.
El caso ha tenido tanta repercusión en el Reino Unido que los responsables de la pista de esquí han declarado que no tienen nada que ver con la factura y que se trata de un desencuentro entre padres. Además añade que es verdad que hay que hacer un depósito previo, pero que en el caso de que alguien no asista, los padres puedan acceder a otras actividades como compensación.