Está claro que hay cosas que no son ni malas ni buenas, simplemente les damos un mal o un buen uso. Una de estas cosas es Internet y todo lo que conlleva, una herramienta que resulta extremadamente útil en diferentes campos de nuestra vida, pero que también puede resultar perjudicial, sobre todo en el caso de los más pequeños de la casa.
El grupo más vulnerable
Y es que hoy en día Internet se ha convertido en vital para los adultos y cada día los niños comienzan antes a navegar en la red. Según los datos que ha adelantado el Ministerio de Interior (España) de un estudio para conocer cómo utilizan los niños Internet, la gran mayoría de ellos empiezan a utilizarlo a los 10 años, pero hay pequeños que lo hacen antes, comienzan con tan solo 7 años y se convierten en un colectivo vulnerable al no entender todos los peligros que entraña.
Entre estos peligros se encuentran que un tercio de sus contactos son personas desconocidas, una quinta parte ha visto páginas violentas y un 42% son imágenes groseras y desagradables. Además en ocasiones son los propios menores los que comparten estas imágenes e incluso otras de menores con contenido sexual que pueden ser incluso de sus compañeros de clase, sin darse cuenta del daño que implican.
Sin supervisión
Este estudio tiene como objetivo también formar a las Fuerzas de Seguridad del Estado para que sean capaces de proteger a los niños de los riesgos que tiene Internet para ellos. Una protección que debería empezar en el hogar, ya que esta investigación revela que un 60% de nuestros hijos dedica cada día entre 1 y 2 horas a navegar en la red y que de forma generalizada los padres dejamos que descarguen contenidos audiovisuales sin comprobarlos previamente.
Es evidente que no podemos quitar Internet a nuestros hijos, ya que parte de su futuro estará en su manejo, pero lo que sí podemos hacer es supervisar qué hacen en la red. Así que coloquemos el ordenador en un sitio visible y controlemos el uso que nuestros hijos hacen de Internet.