Cuando la enfermedad que padecemos nos deja secuelas físicas externas, el sufrimiento no es solo el que acarrea dicha enfermedad,sino que a él se une el psicológico, que a veces es incluso peor. Y esto es aún más importante en el caso de los niños y adolescentes. Pero afortunadamente no es un tema que no preocupe y hay quien ha encontrado solución para este problema.
Mejora la calidad de vida
Se ha publicado estos días un estudio realizado en la Universidad de Montreal, Canadá, por dermatólogos especializados en pediatría y sobre 35 niñas y 3 niños, en el que se muestra cómo los niños y adolescentes que padecen enfermedades en la piel y que usan maquillaje duradero se sienten menos molestos y más a gusto con su piel.
,Profesionales que han atendido a este tipo de pacientes comentan que estos menores se pueden sentir tan avergonzados con su problema que llegan a no querer asistir al colegio. Por ejemplo un profesional que dirige un grupo de apoyo para pacientes de vitíligo, que borra el color de la piel en distintas zonas del cuerpo, dice que no es una enfermedad estética sino «desfigurante» y que este maquillaje les puede servir de gran ayuda.
Estos niños y adolescentes que maquillaron su piel durante 6 meses, mejoraron su calidad de vida significativamente durante este tiempo, ya que se midió cómo era esta al principio y al final del estudio. Y se pone el acento en que en vista de las importantes mejoras que este tratamiento produce, debería cubrirse por los seguros médicos, ya que para estos pequeños es como una medicina.
Esperemos que se siga invirtiendo en este tipo de iniciativas, no solo en estudios que nos digan que mejora la vida de estos niños sino en llevar estas mejoras a la práctica.