Cuando llega la hora de viajar con niños son muchas las cosas que tenemos que preparar. De hecho si antes nos parecía que no podíamos llevar más cosas cuando viajábamos solos o en pareja, al convertirnos en padres nos damos cuenta de lo fácil que era todo entonces. Ahora llevamos maletas y bolsas cargadas con infinidad de ropa, artículos de higiene, utensilios para la playa, juguetes…en fin, de todo. Pero algo que no debemos olvidar nunca, es su seguridad y especialmente en el coche.
Si el cinturón se desplaza…
Se ha presentado estos días un estudio en España del Centro Zaragoza en colaboración con la DGT, Dirección General de Tráfico, para conseguir bajar el número de lesiones que se producen cuando los niños viajan dormidos en el coche. Para ello se utilizó un ordenador simulando los daños que podrían sufrir los niños en caso de accidente, dependiendo del sistema de retención infantil (SRI) que usen. Se quería ver las posibilidad de utilizar sistemas que hagan que el cuerpo del menor no se desplace a posiciones en las que el cinturón deje de apoyarse en el hombro, ya que si lo hace en el cuello podría ocasionar graves consecuencias y si se baja del brazo, en caso de accidente, podría causar que el niño se moviera de su posición con el consiguiente peligro, peligro que aumenta cuando el sistema de retención no usa arnés, sino el propio cinturón del vehículo como en los SRI de los grupos 2 y 3.
Para ello se ha estudiado a los dos grupos, 2 y 3, que son niños desde 6 a 14 años, con un peso entre los 15 y los 36 kg y con menos de 135 cm de altura, y los niños mayores de 135 cm que ya utilizan el cinturón de adultos. Ambos casos se consideran de alto riesgo, porque su cuerpo tiene menor resistencia que el de un adulto y especialmente cuando están dormidos. Y la conclusión a la que llegaron es que lo mejor sería utilizar un elevador con respaldo para poder ajustar mejor la banda torácica del cinturón para que de esta forma se redujese el movimiento de la cabeza, incluso si están dormidos, en caso de accidente.
Esperemos que los fabricantes de estos dispositivos tomen buena nota y nuestros hijos viajen cada vez más seguros.