El fuet espetec Casa Tarradellas es tan sabroso… siempre apetece darle un bocado y llenarte la boca de su sabor. Es sano y nutritivo para los más pequeños y un complemento de energía para los mayores. Además el fuet Casa Tarradellas tiene esa extraña virtud de trasladarnos a la infancia. A una casa de campo, a un piso en la ciudad donde siempre había colgada una pieza de la despensa. Ese ritual vespertino de la abuela: descolgar el fuet, coger una tabla, cortar un buen trozo y dártelo con un trozo de pan con aceite. ¿Puede haber algo tan sencillo y tan placentero a la vez?
Pero el fuet Casa Tarradellas se adapta a cualquier situación. Puede ser una merienda perfecta con un trozo de pan en casa de la abuela, pero también un plato sofisticado acompañado de tomate y pan tostado en una cena con invitados. Su sabor, su textura, su calidad, lo hacen apto para todas las mesas.
¿Necesitas más razones para no olvidar nunca tu fuet en el supermercado? Te damos una más. El fuet Casa Tarradellas une. Compartir un fuet en una comida en la montaña con toda la familia, pasarse la pieza unos a otros en un camping, comerlo a escondidas con tu hermano dentro de la despensa… Está hecho para todos, vívelo con los tuyos, compártelo. ¡Pero eso sí! ¡Sé previsor porque desaparece rápidamente! ¡Que nunca te falte!